En la siguiente entrevista en el El Pais y ocupando la contraportada completa del periódico, un ecologista con altas responsabilidades en Greenpeace se equivoca de medio a medio con varios comentarios y eso no sería, problema ya que el 90% del articulo es correcto, si no fuese porque la cadena se va corriendo por internet y ya los interesados republican las incorrecciones dandolas por buenas. Palabra de ecologista sabio, estará bien. Todo lo que diga afecta a miles de personas a las que les gusta la cocina japonesa y el ecologismo, ya sea porque están convencidos o porque esta de moda. Y se toman sus comentarios como la biblia un baptista.ENTREVISTA: ALMUERZO CON... SEBASTIíƒÂN LOSADA
"El auge del 'sushi' está arrasando el atún rojo"
El ecologista explica cómo comer en un japonés evitando especies en peligro
CARMEN Píƒâ€°REZ-LANZAC 30-11-2009
Un ecologista y defensor del atún rojo comiendo en un japonés. ¿Qué es esto? ¿Una broma? No: un breve curso de sushi sostenible.
Habrán notado que los locales japoneses brotan como setas. Cojan cualquier guía de restaurantes y verán que ya hay casi tantos como pizzerías. Japón sigue siendo el primer consumidor mundial de sushi, pero el boom en todo Occidente está teniendo su efecto en la sobrepesca de muchas especies, en especial del atún rojo, en serio peligro de extinción. Por eso estamos aquí, para averiguar si es posible darse un festín de sushi con la conciencia tranquila.
Para responder a la pregunta convocamos a Sebastián Losada, asesor de políticas marinas de Greenpeace internacional, 34 años, natural de A Coruña, un aro en el lóbulo derecho, pulsera hippie, el pelo al cero. Un tipo meticuloso que no va de simpático y se toma la propuesta muy en serio. No va a transigir por darnos gusto.
Nos zambullimos pues en la carta del restaurante Miyama, al que hemos elegido por la variedad de su oferta de pescados. El atún, evidentemente, está descartado.
¿Anguila?, sugiero. "Ni lo sueñes; están amenazadas". ¿Salmón de criadero? "No pienso comerlo.
Por cada kilo de pescado de piscifactoría se usan cinco en alimentarlos. Lógico desde el punto de vista del mercado, pero no es sostenible".
La cosa pinta mal, pero no desistimos: ¿Pargo o besugo? "No hay evaluaciones, no me mojo". ¿Langostino? "Buf, de lo peor que puedes pedir. O viene de manglares destruidos para su cría o de arrastre de fondo".
¿Erizo? "Eso sí e incluso ayudaríamos", concede al fin Losada. "Al haberse sobreexplotado a sus depredadores, en ciertas zonas han explosionado".INCORRECTO : La especie de erizo que se come es la pescada en Galicia (en Asturias ya han acabado con ella) y esta completamente sobreexplotada. Esta en peligro grave de extinción comercial y nadie piensa en los animales que se alimentan del erizo. La espeie de la que hay superpoblación y a la que él se refiere "de oidas" es el erizo diadema canario, que es una plaga, PERO QUE NO SE COME (todavía, que ya se andará cuando no queden de los otros). Yo creo que con ese cargo en la mayor ONG ecologista del planeta debería distinguir claramente el caso. Y no comer ni un solo erizo. Aunque el problema no es suyo sino de quien permite a los pescadores extinguir el erizo con cupos de cientos de kilos diarios que no hay mar que aguante.Así que nos lanzamos, pero nuestro gozo en un pozo: no es temporada de erizo. A punto de tirar la toalla, el maíƒÂ®tre nos informa de que todos sus pescados blancos son salvajes. ¡Aleluya! Losada elige la dorada. Luego le echa el ojo a la caballa: "Los pequeños pelágicos como éste o la sardina se desarrollan más rápido que otros peces". Por último, le da el visto bueno a la vieira y la concha fina. "Seguramente son de cultivo y en su cría el aporte de insumos es casi nulo y el impacto, mínimo".
No comento sobre si es apropiada la dorada salvaje capturada con redes ni si puede ser caballa estando en veda por agotamiento de cupo nacional, aunque es "aceptable con matices"."No tengo nada en contra de los restaurantes japoneses", explica Losada, que sabe usar los palillos y se relame con la vieira. "Me gusta su forma de tomar pescado, tan delicada, y usan menos cantidad que nuestros guisos. El problema es que cuando uno entra en un restaurante no tiene forma de saber cómo y dónde ha sido capturado el pescado de la carta.
El atún, si se ha obtenido con anzuelo en determinadas zonas, se puede tomar". "El problema de fondo", continúa, "es que, aunque el pescado cada vez es más escaso, ni aumenta su precio ni falta en el mercado. Más del 60% del que comemos en Europa viene de fuera por nuestra capacidad de compra. Yo no estoy en contra de su consumo, pero hay que seguir criterios ambientales y sostenibles. Carrefour, Mercadona y Alcampo ya no venden atún rojo. Y Alcampo ha vetado las especies amenazadas de tiburón".
No comento el atún pescado con anzuelo, debería haber indicado a anzuelo y A MANO aparte de otros detalles.Al terminar, toca balance: la caballa y la concha fina, aceptables. La viera y la dorada, exquisitas. Echo de menos un poco de atún o salmón, pero al menos salgo con la conciencia tranquila.
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Es bueno la mayoría de lo que dice. Pero si se hubiese callado donde no sabía no habría dado una información incorrecta. Para las pocas veces que sale en prensa con tanta difusión un asunto que mezcla ecología y comida japonesa en auge no se puede cometer ni un solo error.
Porque ya hay webs que ponen comentarios como este :
Juan Pablo Rada, un amante de la comida japonesa y lector de comerJapones, nos ha remitido este interesante artículo de El País sobre el sushi sostenible. Nos cuenta que él mismo ya rechaza el sushi cuando va a un japonés. Por suerte, según Sebastián Losada de Greenpeace, parece ser que hay superpoblación de erizo de mar (uni í£Â†í£Â«), así que tenemos una misión para conseguir el equilibro: comer menos atún y más erizo.