La mano que mece la pesca (II)
http://www.laopinioncoruna.es/mar/2009/12/18/mano-mece-pesca-ii/344262.htmlANTÓN LUACES
De poco o nada ha servido el silencio. La mano que mece la pesca en España ya tiene nombre: el sector pesquero denomina a su propietario como Bondadoso y la de éste viene a ser una mano que emula la de Fernán Pérez de Andrade, O Bo, que en Pontedeume sentó sus reales. Una mano buena, tendida, amistosa, que premia a los buenos, a los menos buenos y no castiga a los malos. Bondadosa, sobre todo con dineros que no le son propios sino del conjunto de una sociedad, la española, no muy dada en los últimos tiempos (quizás nunca lo fue) a los dispendios no fácilmente explicables.
Esa mano que utiliza sin reparos Bondadoso hace oídos sordos a las voces que claman en el desierto de las aguas marinas por un mayor control del gasto, por una distribución ajustada y conforme a derecho y no por amiguismo, por aplicar barreras económicas a quienes se saltan a la torera las normas nacionales e internacionales que pretenden acabar con la pesca ilegal que se simplifica con las sigla IUU. Una mano, posiblemente la derecha, que no quiere saber nada de la izquierda, y así el cuerpo va como va repartiendo prebendas que, por ejemplo, no se explican las organizaciones que, como en el caso de Greenpeace, presentaba el 5 de marzo pasado ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional pruebas que, entonces, se dijo eran demostrativas de las actividades ilegales de la empresa Vidal Armadores SA, con sede en Ribeira (A Coruña), propiedad de Viarsa Cartera SA, compañía dirigida por Antonio Vidal Pego y su hijo Antonio Vidal Suárez.
La organización ecologista pidió al Fiscal una investigación tanto de la empresa, y de lo que a esta rodea, como de la asignación de fondos públicos a la misma y a otras pertenecientes a miembros de la familia.
Señalaba entonces Greenpeace que Vidal Armadores "es uno de los pescadores piratas mejor conocidos en todo el mundo" y decía que, por aquellas fechas, operaba al menos con tres barcos que figuraban en la lista negra de la Comisión que regula la pesca en aguas antárticas.
Y hacía números la organización ecologista: "Vidal Armadores SA recibió más de cuatro millones de euros entre 2002 y 2006 (1.511.808 euros para la construcción del buque Galaecia en 2002; 377.952 euros para la construcción de buques en 2004; 1.310.562 euros para una acción piloto de pesca experimental también en 2004, y 1.302.549 euros para una acción piloto de pesca experimental en 2005): casi 900 millones de las antiguas pesetas.
Otras empresas vinculadas a la familia Vidal recibieron más de 6 millones de euros entre 2002 y 2006 (de la Xunta, 1.022.118 euros, en el año 2002, para la construcción de Frigoríficos Hermanos Vidal SA; otros 63.793 euros por el mismo concepto y para la misma empresa; y 1.514.882 euros para comercialización de la empresa Hijos de Vidal Bandín SA), el resto a cuenta de la Administración central.
La mano bondadosa que mece la pesca y según una Resolución de 25 de febrero de 2009, se abrió también en 2008 para otorgar una subvención de 22.494,30 euros por paralización temporal de Frigoríficos Hermanos Vidal SA; también 40.134,60 euros a José Vidal Suárez y otros, por el mismo concepto, y una tercera partida de 23.680,80 euros a Vidal Armadores SA, por idéntico motivo. Total: 106.310 euros, menos 21 céntimos.
Todo a la buchaca de la familia Vidal en una prueba evidente de la magnanimidad de esa mano que mece la pesca y que, en Navidad, como el turrón, vuelve a casa para asombro de propios y extraños cuando, desde todos los ámbitos de la pesca se pedía, como agua de mayo, que se acabaran las subvenciones y ayudas difícilmente justificadas a empresas y empresarios que coquetean con el ser o no ser en la pesca y que la mano del Bondadoso ayuda a salir de cualquier atasco temporal.
