Tras la salida fallida del sabado pasado, en la que no vimos vida ninguna, ayer tarde estuvimos 3 horillas en el agua... La jornada comenzó fatal, ya que nada más entra en el agua, el loko tiró hacia un sitio, y mi compañero victor hacia otro, yo ya no sabía para dónde tirar... Trás un comienzo catastrófico, traté de seguir a mi sobrino, (parecía llevar un cohete en el culo). Toda la primera zona andé despistado detrás de él, y no paraba de hacer eses hacía la costa, hacia mar adentro, hacia la costa.. hacia mar adentro... me volvió loko.. No habá casi pescado...
LLegados a un punto donde la corriente aumenta, por suerte, nuestras boyas, y sin saber como se hicieron un lio de la polla, indestructible y imposible de desliar con corriente, así que poco a poco paré el ritmo del cohete humano. Llegada a la zona de más corriente, sucedió... empezamos a bajar y comenzaron a aparecer algunos ballestas... Según entrabamos en la zona... pescado, pescado y más pescado... poco a poco fuimos enganchando alguna pieza, el loko aprendió la técnica de anclar la boya y agarrarse al cabo para aguantar en el zona deseada, y como un trenecito, andabamos sujetos del cabo y anclados al fondo alternando bajadas.... Llegados a la última zona, ya habían pasado por mis gafas varios borriquetes kileros, y una dorada que me dejó verla que andaría sobre los 3 kilos. íƒÆ’í†â€™íƒâ€¦¡ltima zona, prospección y congrio gordote que sacamos entre ambos ... el carboncete se agarraba bien... Mi varilla, se dobló por la muesca 8-O 8-O
, y el resto de tiros de la jornada, no había manera de hacer blanco... Total, un congrio gordote, varios ballestas, y un borriquete... una caca de pesca, pero una jornada acojonante. Sargos enormes, uan gran dorada, una lubina muy buena, mucho borriquete kilero, y varias imagenes de pesca inolvidables.
La salida de pesca, no fue muy buena, pero ayer el mar, nos dió un regalo para los ojos, que fue la abundancia de vida... Hacía al menios 1 año, que no veía tanto pescado junto en esa zona.. quedé perplejo, y super satisfecho de la salida. El loko, para llevar varios meses en dique seco, estuvo a la altura.
