Como os había comentado conseguí hacerme con la amiguita de aquella vaca del viernes, pero ésta un poquito mas gorda
.
En esta ocasión, como el mar se hjabía parado y y no había espumita tocó buscarlas encovadas a un poco mas de agua, y fué al fondo de una cueva, detrás de varios machos que flanqueaban la entrada donde se escondía esta belleza.