Hoy la verdad es que el dia no empezó muy bien. Había quedado con Xoan a las 7 en Coruña, pero mi hija no paro de llorar por la noche a causa de una otitis. Así que le mando un mensaje a Xoan diciendole que no voy, imaginaba que tendría que llevar a Nayra al médico.
Me depierto finalmente a las 10 y Nayra ya no se queja del oido, así que decido ir al agua un ratito. Dicho y hecho, a las 12 estoy en la playa. Me pongo mi traje nuevo para el invierno, y poco a poco, voy calentando los pulmones. Veo poca vida, algunos sargos, pero muy alerta para conseguir disparos a los grandes. Voy llegando a una de mis grietas, y la verdad es que tengo presentimiento de que va a haber algo, me asomo a la grieta, y nada, vacía. Me desplazo unos metros hacia el otro extremo, y aparecen dos lubina con ganas de jugar al escondite, al final de la apnea, consigo una buena posición, me agarro a la piedra, y la lubina sube a verme, espero un momento, disparo, y justo cuando aprieto el gatillo, la otra pasa por debajo, doblete y las dos secas, una en el hilo y la otra en la varilla.
Bufff, que suerte, hoy seguro que no pillo nada más. Pero decido revisar otro de mis hotpoints. Cuando llego no se ve nada de vida, nada. Me acerco a la grieta, me asomo, y sorpresa, un gran banco de lubinas se han quedado allí quietas, no me ciego, y miro un buen ejemplar cerca de mí, sin buscar cual será el más grande, tengo una buena delante, se gira y se pone de frente, aprieto el gatillo y la cabrona se gira, dandole en toda la barriga, vaya cristo que monto en la grieta, asusta a todas las demás, pero ella se viene conmigo.
Reviso unos bolos a mas agua, por si acaso, pero ni rastros de ellas. Así que para casa a comer.
Y al final tuve que llevar a Nayra al médico con una otitis de caballo, y ya supurandole el oido. Mañana habrá que probar suerte de nuevo.
La grande hizó 4í‚´800 y las pequeñas 3 y 2í‚´2.