pues la cosa es que al entrar en una cueva con otra gran salida yo la encontré en perpendicular a mi. Era tarde y quedaba poca luz, y lo primero que vi fue la cola, lo cual me hizo pensar en un gran pargo. Pero luego vi el lomo tras la piedra que la cubría y sentí un color más verdoso, y la ausencia del gran ojo característico de los pargos. Entonces apunté a lo que pensaba sería su cerebro pero no acerté. Se quedó noqueada un momento y empezó a golpearse fuertemente, y yo salí para tomar aire, sin soltar tensión. Luego conseguí sacarla de la cueva tirando como un cabrón y dejando la varilla como un 7, pero rematarla fue lo difícil...
Cabeza dura la jodía! jajaja... Y al contrario de los meros, no flotaba, así que me dió el viaje de vuelta... Y para subirla a la batea de la camioneta...
Imagino que si hubiese entrado por el otro agujero de la cueva la hubiese podido dejar seca a la primera, pero no quise recular y volver a intentarlo. El tiro que tenía no era malo ( de hecho tuve que sacar la varilla soltandola del hilo del carrete y hacia adelante porque no pasaban los tetones tirando de élla...) y no quise perderla