Bueno, por el asunto, ya sabeis el final del cuento
Esta pesca se realizó hace dos miércoles, salimos a pescar Salvador, Borja y de barquero nos hizo Victor, un crack en la pesca de curri de barra.
La verdad es que al principio dimos algunos bandazos porque no dabamos con el pescao, que si dentones hondos por aqui que fallé, que unas piedras para sondar que no tenian nada, cuando nos dimos cuenta hicimos reunión en el barco y se comenta "Son la una de la tarde y no llevamos nada"
Los tres asentimos y dijimos vamos a centrarnos un poquito, Borja señaló unas caidas, pero estaban ocupadas así que nos alejamos y le dimos a la HDS, dice Salvador ese piquito me gusta, y ese tambien.
Balizamos y al agua.
En la primera bajada alargo el acecho, dejandome ir, encuentro una caida, encaro el fusil y justo en el desplome una urta grande me sorprende, creo que me sorprendí yo más que ella, una urta de mandibula prominente y puntos negros. Yo les digo fea, fea de lo grande que era jejejee.
Disparo rápido y fallo el urtón. Me acordé de mucha familia en ese momento pero cargué el fusil y remonté.
Borja ya estaba entrenenido con una boya de fuerza.
Salvador preparandose y yo me tiró un poco más detrás buscando el final de las piedras el corte acababa en 32.
El agua en esta zona estaba clara, el pensamiento de la urta me ronda aun, era muy grande, me relajo y cuando hago el golpe de riñón la urta se desvanece de mi mente, desciendo..... bajo más.....
Al límite de la visibilidad diviso las piedras más pequeñas mezclándose con la arena y la visera final del roqueo, planeo hacia allí a alumbrar la piedra pero algo antes de llegar me hace cambiar de planes. Separado unos 20 metros de la visera, hay un salmonete, no tiene barbillones, pero es un salmonete no hay duda, de la mismísima especie salmonete marrón.
Aunque está pálido mimetizado con la arena, inmóvil, debo alargar el planeo y no moverme bruscamente porque ya me ha visto. Me quedan más de diez metros para llegar mi pensamiento es "no te muevas, no te muevas". Sigue tranquilo, confiando en su mimetizaje, me acerco más y observo un movimiento en aleta ventral derecha. Se está preparando para la estampida. Decido esperar un poco y voy colocando el fusil. El salmonete va ganando en tamaño, pero no quiero recrearme ya tengo la mirada fijada en un punto y coloco en esa dirección la punta de la varilla.
Estoy en zona crítica, va a arrancar de un momento a otro, me aproximo..... me aproximo se que va a arrancar.
A mi instinto se le acaba la paciencia, apriento el gatillo.... TOC. Silencio.
El naylon del doble goma está estirado al máximo, el tiro fue largo pero el animal ni se inmuta, lentamente se deja caer hacia atrás hasta que se desploma en la arena empujado por el impacto, su mandibula se relaja y la boca queda abierta. Su cuerpo se torna blanco.
Lo separo del fondo y subo soltando un poco de hilo, está liquidado pero la marea le hace girar en la varilla, no quiero brusquedades porque la aletilla no traspasó. El hueso la frenó en seco.
Una vez arriba comienzo a disfrutar, suelto la tensión.
Salvador me indica que Borja nos está esperando.
Recojo todo rápido porque Borja hizo un jugadon a dos bandas y fuimos a remontarle.
Dejo que la cuente porque tuvo mucho arte.
Creo que va a ser el ultimo de la temporada, 27 kg, este año no me puedo quejar, he sacado otro más grande en Junio. No le quito el premio al churrero, otro año será.
