Ayer fui con íƒÂngel a los alrededores de Cumaná a buscar unas macroalgas que necesito para mi trabajo. Nos llevamos los fusiles por si acaso. íƒÆ’í†â€™íƒâ€ší‚Âbamos a una zona de aguas usualmente turbias y de pesca de pequeños peces (generalmente "corocoros", o roncadores, Haemulidae) en pequeñas lajas en las que apenas cabe el brazo, por lo que me llevé el fusil más pequeño que tengo (spark o stealth 97 cm), que inclusive es un fusil grande para esa pesca. En esas lajas es con un 42 o 55 cm se hacen unos divertidos pescones.
Bueno, en la primera piedra que fuimos el agua estaba amarilla en el fondo, una mierda. Cuando mucho dos a tres metros de visibilidad. Lo cierto es que había un río de lo que nosotros llamamos robalos (snooks, Centropomus spp.) y pillamos dos cada uno. Había que echar el fusil para atrás y disparar con el pulgar para poder hacer blanco, o casi encaramarle la punta de la flecha a los robalos, que con esa agua tan turbia tampoco lo ven muy claro a uno. Escuchamos unas explosiones típicas de un mero tropical ("guasa"), pero sólo eso las escuchamos. No vimas nada, ni nos pusimos a buscar, ya que ni podíamos.
En otras lajas el agua estaba bastante más clara. Comenzamos a sacar los "corocoros" de ración. En una de esas, cuando salgo de la laja, veo que se me vino a curiosear un bicho pelágico algo grande que apenas se veía bien... le apunto con el spark en baja potencia y le tiro atrás de las agallas... El tiro es bueno, aunque obviamente no lo dejo en el nylon. Cuando lo recupero y veo bien qué es cuál no es mi sorpresa... es un "bacallao" o "peje negro" pequeño (cobia, Rachycentron canadum), el pez para mi gusto más sabroso que tenemos nosotros en Venezuela... años luz más sabroso que un mero, pargo o sierra... menudos asopados, sopas y ruedas nos vamos a comer en casa!!! En la foto no se ven bien sus colores porque no llevamos una caja térmica grande (aspirábamos pescar sólo corocoritos) y lo dejamos fuera del hielo hasta que regresamos. Lo cierto es que parecen una rémora gigante.
Este pez en algunas partes del mundo crece muy grande. En Brasil los han pescado de 60 kilos y el record es de allí, uno de 47 kilos. Nosotros los pescamos en nuestra región ocasionalmente y a veces hemos tenido la suerte de encontrar animales de 25 a 30 kilos. Es realmente un pez increíble en la mesa, pero que sólo conocen quienes lo han pescado o tienen amigos que pescan, porque no se vende en los mercados. Nadie en sus cabales está dispuesto a vender un manjar de estos. Ayer mismo pasó íƒÂngel por mi casa buscando su ración de ruedas para preparar una super cena en su casa, je je je.
Saludos y ya me dio hambre de nuevo!
Alexis