Bueno. Este sábado, he decidido salir al agua después del curro. La cosa pintaba bien, llevaba toda la semana controlando el parte, y en mi opinión, la cosa estaba perfecta para los robalos. Entraba viento de sur y el mar muy bueno.
Así que decido hacer una salida muy larga, con un recorrido que me gusta mucho. Salgo por la playa, reviso los dos primeros hotpoints (los mejores) y absolutamente vacías, el agua turbia, cosa que tampoco esperaba. Solo se veían sargos, y a base de esperar y no ver ninguna lubina decente, solo se veía alguna lubina de 1 kg a medias aguas.
Después de tres horas sin ver nada decente, decidí coger algún sargo, en concreto dos a la espuma. Ví algún bando con ejemplares de mas de dos kg, pero no había cojones (más bien fondo físico) a acercarse.
Viendo el panorama, me voy a la ultima zona buena que me quedaba, la más alejada de todas, entre ida y vuelta una horita más en el agua. Así que tiro para allá. Por el camino, solo algún sargo, se veía alguna maragota, y el agua enturbiaba cada vez más.
Llego a la ultima oprtunidad de salvar el día. La marea estaba a media agua, la zona es una piedra que vela en superficie y el mar había ido aumentando poco a poco. Rompía de vez en cuando con bastante fuerza en la piedra. Esta tiene forma de piramide, con una gran grieta en la parte más alta y que parte la piedra en dos, con una profundidad de unos 8 metros y una longitud de unos 10 metros.
Preparo la apnea, tengo que ir por el fondo, para evitar la rompiente de la cabeza del bajo, que si te coge te da un buen revolcón, con el agravante de un pico que te coge por el camino, que puede ser muy doloroso. Mi apnea es ridícula después de cuatro horas de pesca, así que empezar la bajada, aprovecho una bonanza de las olas y entro lo más próximo a la grieta posible. Llego al fondo y estoy justo en un claro de arena que hay a la entrada de la grieta, según voy bajando, veo sombras moviéndose en la arena, paro y me dejo caer. Son lubinas de unos 2 kg, me quedo quieto, se asustan y se van todas hacía la grieta (mala cosa, ya que suelen salir por el otro lado cuando se ven amenazadas), decido quedarme quieto, a ver si alguna vuelve a ver que pasa, y de repente me sale un mastodonte de la oscuridad, viene directo hacía a mí, sin miedo, de frente y decidida, bastante rápido, cuando la tengo delante, decido apretar el gatillo, esta a unos dos metros de la punta del fusil, pero justo cuando aprieto el gatillo, se gira, el mecanismo de disparo hace "click", pero paro el dedo justo a tiempo, la varilla no sale, rectifico la posición del fusil, y termino de apretar el gatillo, la lubina se dirige hacía la oscuridad bastante rápido, la varilla sale disparada y la alcanza en el lomo. Justo en ese momento rompe el mar en el cabezo, y salgo dando palas hacía zona segura, tirando de la lubina que se decide ayudarme y se viene en mi dirección sin hacer resistencia. Cuando salgo a superficie la agarro y veo que la varilla no la había atravesado, la paso con la mano y la remato. Vuelvo a bajar a la grieta, pero ya no quedaba ninguna, se había ido, reviso un par de canales cercanos, pero ni rastro. Ya con calma le echo un vistazo a la lubina, es muy muy buena, y lo mejor de todo es que ya había cumplido su labor reproductiva y estaba vacía, tambien es cierto que pesará dos kilitos menos, pero mejor así.
Cojo rumbo a la playa para salir, y estoy agotado, en cada palada, las piernas me dan amagos de calambres, la falta de costumbre, poco he ido al mar este invierno, creo que no llego a las diez salidas, y encima ahora currando en la libreria de mi mujer, al estar esta de baja, en resumen no doy hecho. Ya en la playa veo el cabezón que tiene, pero esta extremadamente flaca. Su peso, 5í‚´5 kg, con las huevas hubiera andado en los ocho.
Esta lubina se la debo a Richard (fusiles de madera), que gracias a su madero, puede hacer el rectificado con mucha facilidad, es un gozada como se mueve ese fusil en condiciones de mar, una maravilla.
Bueno pongo unas fotos y acabo con el rollo.
