La captura fue hace un año aproximadamente, un día de invierno. Mucho frío y el mar "pelado".
Un compañero y yo estabamos en el oriente de Asturias.
En superficie distingo una sombra gris al pie del cantil. Lo primero que pensé fue en una lubina pero al caer hacia ella ya vi que no lo era.
El bicho aguantó la caída bastante bien, comenzó a desplazarse un poco pero lentamente. Me dio tiempo a corregir la caída y ponerme detrás de ella a tres cuartos. El disparo fue tras el cuello buscando entrar en la cabezota por detrás.
El tiro al principio no lo acusó pero al comenzar a tirar del nylon hacia arriba pegó un tirón hacia abajo que creí me lo rompía, así que piqué a toda leche hacia ella, mano por las agallas y para arriba.
Una captura sencilla. Un golpe de suerte.
Hablando con marimeros de la zona me dicen que a veces las pescan a bastante profundidad pero que, al menos por allí, es una captura rara.Como dice mi compañero no creo que volvamos a ver otra igual en la vida.
Por cierto que estaba buenísima. De lo mejor que haya probado jamás en peixe.