El domingo me llamó Naranjo para invitarme a salir de pesca con su "balsita". La idea era ir a echar un rato por el Sur a unos puntos que ya habíamos pescado hace unos meses.
El día pintaba de lo mejor; mañana soleada, poco viento... Decidimos parar a desayunar y cuando revisamos el remolque, descubrimos esto:
Menos mal que estábamos cerca de la rampa y pudimos llegar.
Al principio me hizo perder más de una hora buscando "unos puntos buenísimos" que había marcado con un pájaro, un sargazo, una nube y una tortuga marina...
Luego, saqué mi GPS y nos tiramos ya en sitios conocidos.
En el primer punto saco un pargo y veo otros, pero no se acercan y hay un tiburón gordo-gordo merodeando. Naranjo mata un bajonado grande, del que no hay fotos. Decidimos cambiar de lugar.
Vamos a varios puntos, pero todos están MUY turbios. No ha llovido, pero el agua se ve como sihubiera habido mar de fondo. Mucha suspensión y no aclara a ninguna profundidad. En esta área tenemos un par de puntos en los que el agua está siempre verde arriba, pero al bajar unos 10 metros se pone cristalina. Ayer ni esos...
Me la juego y le digo para movernos al punto más alejado de la costa en busca de agua clara y BINGO!
El agua está clara y hay pescado!
En mi primera bajada al veril me suben unos 4 pargos de buen porte, pero veo un mero muy bonito al final de una grieta. Estoy a más de 20 m y el mero está todavía más hondo. Decido subir sin disparar y le digo a Naranjo que baje.
La arena está a más de 30 m, pero hay una visera a 22 donde si haces esperas, los pargos suben. No es hasta el final de la jornada que veo que Naranjo les bajaba sobre la arena (los veía a media agua, pero los pargos seguían bajando y nunca le dieron tiro). Tiró un par de veces, pero uno lo desgarró y otro no le dio.
Yo los ví varias veces, pero ya ariscos y muy profundos. En la que consideré mi última bajada, me preparo muy bien y bajo retirado del veril. Me arrastro hasta el borde y me escondo detrás de un abanico. Hago ruiditos y me viene uno de frente. POW! disparo y subo como un corcho! Doy mi jornada por concluída; dos pargos y un capitán ya son un buen rancho.
Le digo a Naranjo que me voy a salir, que estoy fundido, pero me pide que me quede un par de bajadas para "velarlo". La profundidad no es la habitual para él.
Hace sus dos bajadas con el mismo resultado; los peces se mantienen fuera de rango...
Yo, ya descansado, decido volver a bajar. Ya me aburre estar esperando arriba y me está dando frío (el agua está a 26í‚°, 2 grados más fría que la semana pasada). Voy cayendo hacia la visera y cuando estoy llegando me asomo y veo la cabeza del mero apenas afuera del veril. Me acerco un poquito más y el pobre ni se entera. Hace "la hoja" y queda panza arriba...
Subo con una sonrisa de oreja a oreja pensando en el pobre Naranjo que no a pescado un carajo...
Le doy dos bajadas más a mi compañero y ahí sí me voy al bote. Hay tiburones y no les quiero regalar mi pescado.
La foto: