-- CASUALIDADES FATALES : a dos metros de agua y casi me ahogo Fue muy cerca de la orilla, disparé bajo una roca y la varilla quedó, solté el fusil y me puse a tirar de ella con una mano y la otra en la roca, vino una ola media y todavía me sujeté, y cuando no la sacaba subí para renovar folgos, soltando el aire ya en el último medio metro, el puñetero hilo me hizo un nudo en el tobillo (con la ola el fusil para allá y para acá ) y con la fuerza ascendente se apretó lo indecible, me quedé a 30 cm y sin aire, y con la espuma no veía.
Si llega a venir otra -pequeña- ola que me empuja un poco y pone más tensión en el hilo, no lo cuento (no se me pasó coger el cuchillo porque creo que no hubiera podido, no se veía y el hilo tiraba hacia abajo muy pegado y por el lado de afuera, ni hubiera tenido buen ángulo para cortarlo).
Me solté de puto milagro, doblando la pierna con fuerza y coincidiendo con el hilo flojo para meter los dedos, y al final y con pocos plomos quitar la aleta y todo.
Consejo : echar un vistazo a ver donde a quedado el hilo ¿mejor negro? cuando soltemos el fusil y subamos , no echar el aire antes de estar seguro de que se va a poder volver a respirar. E incluso, en la espuma encoger un poco las piernas para tener un margen.
-- ERROR DE SEGURIDAD : junto a la orilla y casi la palmo por una ola :
Siendo muy novato fui a mi sitio preferido (un frente de acantilados de varios kilómetros Seixo Branco - Mera) y entré por el sitio habitual. Hubo un cambio de mar tan increíble en dos horas, que olas de 1-1,5 metros pasaron a 3 ó más metros (que cuando rompían eran de 4, 5 ó 6) y no conocía ningún lugar en el que poner pie a tierra en dos kilómetros a la derecha o a la izquierda (y con las olas no se veía ni a donde ibas).
No sabía ni que hacer, busque el mejor sitio para salir y aproveché un momento de calma impresionante en que se había como parado el mar, me equivoqué de sitio y de momento. Me apresuré para recorrer esos 20 metros, y cuando estaba a 4 metros de la orilla casi sin aliento, tuve que girar la cabeza.... oí como se caía un rascacielos, hubo el retroceso y cascó la ola más grande que vi nunca, justo, 4 metros de espuma me pillaron a 1 metro de la superficie, me arrancó el fusil (lo perdí) me succionó la máscara y me dobló las aletas hasta casi tocarme la espalda, me lanzó como una bala hacia adelante y me revolvió y sentí que casi me descuartizaba (me descolocó totalmente el traje) . No sabía ni donde estaba, pensé que iba a quedar sobre las rocas...
Os juro que nunca vi la muerte tan ahí, asfixiado por el sprint, sin saber donde estaba la superficie y desconcertado por los remolinos, hundiéndome en un agua que era aire. Se me pasó la familia por delante y estaba ya entrando en la relajación final... cuando sentí un aquel de verticalidad y la cabeza asomaba. Me dio tiempo a girarme y coger sólo una bocanada, el aire que mejor me supo en mi vida, venía otra parecida, esta vez lo pasé mejor, y todavía vino otra.
Al final salí por otro recodo protegido.
Consejo : estudia bien el parte metereológico y asegura una salida de emergencia protegida de las olas. Lleva un móvil.