Caramba la noticia en sí es trágica y lamentable, no deja de sorprender como una dolencia acaba con la vida de una persona que seguramente disfrutaba de un estado físico envidiable.
Dímelo a mí, que a punto estuve de irme pal otro barrio por un caso parecido a este. Todos estamos más sanos que una manzana hasta que, repentinamente, ya no lo estamos. Y el paso de un lado a otro, muchas veces es puro azar e instantáneo.
Tienes muchas más probabilidades de morirte de un cáncer insospechado de que te toque la lotería. Y la mayoría de nosotros jugamos todos los años a la lotería con la esperanza de que nos toque...
Por eso, estoy con Guti. Carpe diem. Si me voy mañana, por lo menos que me quiten lo bailao.