Pues llámame tonto, pero a mi cuando vuelvo a Galicia en verano un buen pinto me alegra una jornada casi más que una lubina. Y me encanta pescarlos en las pozas un poco profundas. Cuando voy llegando al fondo y veo uno gordo pululando por los bolos, uf, me encanta su pesca. Y me gustan mucho en caldeirada.
Y esos que llevas son preciosos, preciosos. Qué rojo tan bonito!