El domingo pude entrar un rato el agua a disfrutar un poco de nuestro deporte. Había un oleaje moderado pero el agua tenia una visibilidad que permitía entrar con garantías.
Empecé a moverme por una zona de rompiente porque empecé a ver lubinas pequeñas y fui en busca de la mamá
. Se me cruza una dorada a la velocidad del rayo, primer tiro con mi nuevo bucanero.........fallo
. Sigo, lubina mediokilera a la saca, buena cena para la noche, el fusil tira genial.
Hay mucha vida y ya no me acuerdo ni del oleaje. Después de un rato decido volver pegado a la roca porque he visto buenos picudos en la "ida". Me asomo entre unas rocas y lo veo, el sargo de la cena de mañana
. Disparo y off, intento recuperar la varilla y.....leches.....enrocada.
Miro los accesos por un lado, por otro..........hasta que veo el hueco perfecto para recuperar la pieza. Hago el primer acercamiento y una ola que no había visto me mete de cabeza contra las rocas, tiro de reflejos y consigo poner las manos y las aletas. Veo y siento perfectamente como la mano izquierda se posa justo encima de un erizo atravesando el guante por treinta sitios con las púas. También noto como me he raspado o golpeado el tobillo izquierdo contra algo. A la segunda consigo sacar el sargo, no sin riesgo.....
.
Voy nadando hacia la orilla deseando quitarme el guante a ver que tengo en la mano y………sorpresa, parece que los pinchazos ha sido limpios y solo tengo 3 o 4 púas hincadas. Me miro el pie y no tengo nada, habrá sido el golpe.
Pasan las horas y me duele cada vez más el tobillo, sin embargo no la mano, un pequeño escozor simplemente. Intento salir otro rato a pescar y me doy cuenta que no puedo ni aletear del dolor. Vuelvo a la zona donde deje a mi novia y me siento un rato. Cuando me levanto mas me duele el tobillo con lo cual decido marcharme a casa (130km desde la playa mas cercana). Cuando estoy llegando y vuelvo a pisar el embrague empiezo a ver las estrellas del dolor, con lo cual directo al hospital.
En cuanto llega mi turno la doctora me descubre el empeine-tobillo y empieza a palpar (yo cagandome en su p. madr. del dolor que tengo cuando me toca
). Pone cara rara y le pregunto: ¿Qué pasa? Me dice que tengo un montón de púas clavadas pero que no se ven, que se han quedado clavadas en los tendones…………..
Me receta un antibiótico para las garrapatas (que no es para la ponzoña, sino para eliminar la cantidad de bichos que te mete además de actuar contra la infección), baños de agua con vinagre, vaselina y una buena dosis de suerte. En este momento ya no podía ni andar, el tobillo no hacía ningún juego y no había forma de poner el pie en la que no me doliera.
A las dos horas empieza la fiebre, no me lo puedo ni creer, que un bichejo tan tonto me tenga así de jodido.
Dia y medio con fiebre. No puedo casi ni andar pero al ser autónomo no puedo permitirme el lujo de darme de baja en estos días (los mejores para mi negocio en todo el año)
Sigo estando regular, pero el dolor es mucho menor y aunque sea a cojetadas puedo andar. Empiezan a verse algunas púas en el empeine-tobillo y eso es bueno, mi cuerpo las está echando fuera aun así me queda una semana dura.
Siento el tochazo, pero si a un solo principiante le vale para tener más cuidado me doy por satisfecho. Había escuchado cosas de los erizos pero ni de broma me podía pensar que fueran tan grandes los efectos. Pongo foto asquerosa para concienciación
. La parte afectada es en la que simplemente se lleva el escarpín (2mm el mío), entre la aleta y el traje.