El problema no es el estres, que se puede llegar a controlar. Ni el pescado, que por ahí anda y se puede llegar a localizar.
La cuestión es cual es el límite que no comprometa -mucho- la seguridad, porque siempre se compromete algo.
Todos los que pescamos en estas condiciones, yo creo que nos hemos pasado alguna vez de la raya. Y al terminar la jormada nos damos cuenta de la loteria que es no haber topado con un aparejo fondeado. Yo pienso seguir pescando con agua sucia, pero tampoco me voy a cortar en salime si lo veo complicado.