El American Star.
El 18 de enero de 1994, iba a ser el día en que el tiempo decidiría parar para siempre el que sin duda alguna era el mayor barco de pasajeros de la flota estadounidense cuando se puso en servicio en 1939 . Aquel día había aviso por una fuerte tempestad cerca de Fuerteventura, pero ya era demasiado tarde para dar la vuelta a un barco de pasajeros de esta envergadura. El barco con las hélices desmontadas y arrastrado por dos remolcadores tenia como destino el Puerto de la Luz de Gran Canaria para hacer escala hacia Oriente donde se convertiría en un hotel de lujo. El capitán del remolcador con gran nerviosismo decidió atacar el gran temporal y tras unas horas interminables para toda la tripulación del puente de mando se confirmaba lo peor, lo impensable... No se podía gobernar el barco y había que cortar los cabos y dejarlo a su suerte.
El mar rabioso había ganado el pulso a este colosal barco y lo había empujado hacia las costas de Fuerteventura, en pocas horas esa rabia del mar se fue ensañado, y no satisfecho con la victoria consiguió partir el casco del barco en dos. La tripulación fue rescatada en helicóptero pero sin duda el American Star corrió la peor parte.
Los días fueron pasando y el mar fue haciendo su tarea, los embates marinos hicieron rápidamente que la popa del barco desapareciera, dejando un aspecto casi fantasmal. La proa permanecería durante mucho tiempo resistiendo a perderse para siempre.
Hoy en día 20 años después, ya no queda nada visible, pero la historia ha sido tan popular que durante todo este tiempo muchos han sido los que se han acercado a ver los restos de este colosal barco.
Pero lo que llama la atención es el pillaje que sufrió. Durante los primeros días la Guardia Civil se hizo cargo de la custodia de tan singular "objeto", mientras tanto en los despachos, armadores, aseguradoras se intentaban poner de acuerdo de qué fin tenia que tener el barco. Un problema con difícil solución, así que el día 6 de julio de 1994 con un American Star muy deteriorado era catalogado como "siniestro total"
No faltaron rumores sobre el suceso. Algunos afirman que el remolcador soltó las amarras a propósito, para posteriormente abandonar el lugar como efectivamente hizo, o que todo estaba planeado por la empresa tailandesa, ya que era más fácil viajar hacia Oriente atravesando el canal de Suez en lugar de rodear África.
Desde que encalló el barco, todo fue una carrera contra reloj de quién se sacaba mas objetos del interior, tal fue la locura que se instaló hasta una tirolina desde el barco a la playa para agilizar las labores. Y cuentan que hasta 100 personas había trabajando a la vez en "desmontar" el barco los días de buen tiempo.
El pillaje llego a tal punto que hoy en día es muy fácil encontrar numerosas piezas del barco por toda la isla, tanto que si visitáis Fuerteventura en Puerto del Rosario hay un bar, "El naufragio", que esta decorado completamente con los restos del barco y tiene en sus paredes numerosas fotos, convirtiéndose en todo un museo. También se dice que un particular de Antigua conserva los dos pianos del barco y un artesano de Triquivijate todavía conserva la silla giratoria del capitán.
Su cercanía a la costa ha creado muchas situaciones de peligro, ya que es un lugar de fuertes corrientes, y la imprudencia de la gente ha provocado la muerte de tres personas, incrementando sin duda la leyenda de "barco fantasma"
Las vistas desde la cubierta del barco eran impresionantes, y las salas interiores eran fantasmagóricas hasta tal punto, que muchos de los que pudieron acceder a ellas dicen que se podía oír todavía la orquesta en los salones en su máximo esplendor en los años 60.
Solo nos queda el recuerdo de este gran barco y la cantidad de fotos que existen por la web, para hacernos una idea de lo majestuoso que fue en su día.
Fuentes:
http://diariodeneo-abel.blogspot.com.es/2013/11/el-american-star-iii.htmlhttp://www.fogonazos.es/2006/12/el-american-star_10.html
