Bueno, llevo ya un tiempo que no posteo y reconozco que es por la pereza que me da el tema de subir las fotos, pero esta vez creo que la ocasión lo merece.
Hace dos semanas tuve un encuentro con un mega dentón que me dejó tocado. Era un animal inmenso y me entró por la espalda casi hasta las aletas pero sin darme opción a girarme.
Me quedé con la sensación de haber perdido el dentón de mi vida y que difícil sería volver a tener un encuentro parecido.
Pues nada mas lejos de la realidad....., esta semana me fuí al agua con Jose (Pescapum). Empezamos la tarde atacando unas piedras de corvas y en una de ellas Jose pinchó un merete que nos dió mucha faena y después de dos horas salió cuando yo pensaba que ya se quedaba ahí junto con tres varillas.
Depués de eso, ya se hizo hora de ir a probar con las esperas y nos fuimos a un punto caliente. Nos tiramos al agua y nos separamos. El agua está cristalina, a 22 grados y prácticamente sin corriente, tan sólo un poquito de viento de poniente que te desplaza mientras ventilas. La condiciones son inmejorables, así es que me ventilo motivado.
En la segunda bajada un grupito de dentones de 3-4Kgrs juega conmigo, con un canto de sirena de los que si te descuidas te dejan ahí abajo. Renuncio a sus cantinelas y subo a respirar.
Dos esperas mas sin verlos y en la tercera se me presenta la entrada soñada por todo pescador esperista.
Me sitúo en el fondo buscando una camita de arena con posidonia delante y con una posición por debajo de la acción de pesca. Me posiciono orientado hacia donde había estado viendo antes a los "pequeños", al poco de estar abajo veo como por mi derecha viene un autobús lila, tranquilo y confiado. No quiero ni pestañear, corrijo la posición del fusil muy lentamente hasta quedarme con el brazo apuntando a las 3h y el cuerpo ni lo muevo, solo giro la cabeza para poder ver donde disparo.
No se inmuta y sigue avanzando.
Lo disfruto hasta el final, son 20 segundos desde que lo veo hasta que disparo, 20 eternos segundos. No se gira y me obliga a disparar de frente cuando lo tengo prácticamente encima. Aprieto el gatillo y la varilla sale disparada en busca de la pieza de mis sueños. La trayectoria es digna de hacer una brocheta de dentón, pero no se si Matrix o que la varilla resbala en la mejilla, pero el caso es que la varilla pasa al animal solo por un lado, rasgándose rápidamente la carne y quedando en el pellejo.
Afortunadamente está en el hilo y la piel del animal es dura de cojones.
No le doy carrete, lo aguanto e intento recuperarlo en la misma bajada. El objetivo es no darle tregua y que no se frote por el fondo. Como hace mucha fuerza, me obliga a subir pero recuperándolo al mismo tiempo. Son unos segundos de mucha tensión, pero al poco lo tengo en mi brazos y el éxtasis es máximo.
El animal hizo 8Kgrs.
Ni que decir tiene que es mi record personal de especie.
Lo siguiente ya os lo podeis imaginar, sesión de fotos y a compartirlo con los colegas.
De la satisfacción que tenía para mi se acabó la jornada de pesca de ese día, a pesar de que quedaban casi dos horas de luz y las condiciones estaban inmejorables. Pero es que después de matar ese animal no me parecía de recibo tirarme al agua a por otro dentón que con toda seguridad no hubiese superado a este.
Bueno no me enrrollo más. Os dejo el video y voy a ver lo de subir las fotos, cómo carajo se hace.