un resumen de mis últimos días de pesca en el cantábrico y mis primeros en fuerteventura, como siempre pescado rico para comer en casa, tras la temporada cantábrica tenía capricho de mero y el primero decentillo (de talla legal naturalmente) que tuve oportunidad se vino a casa, hoy mismo me acabo de comer media cabeza y todavía me estoy rechupeteando de rico que estaba, para mi la imagen más especial la del angelote, caía encima suyo por casualidad sin más intención, cuando el angelote varió su rumbo y vino decidido en mi dirección, cada vez más "interesado", yo por si acaso con la punta del fusil hacia él, para empujarle si se ponía demasiado cerca, ya conozco el mal temperamento de estos pequeños tiburones con buenos dientes, no hizo falta darle el toque pero me empujó literalmente hasta la superficie, se ve que no quería intrusos en su territorio de caza y lo consiguió jjj