Parece que la primavera junto con su polen va provocando algún estornudo y va escupiendo algún pescadito, se va animando aunque aún sigue el agua fría y rara.
Consigo hacer una escapadita que no esperaba porque pensaba que iba a pasar la mano por la pared y me encontré con una ventana de tiempo que me dejó meterme entre pecho y espalda una ración de salitre
La operación es hacer dos caras de un acantilado, empiezo por una de ellas donde voy recibiendo un viento fuertecillo, acompañado de un poquito de mar de fondo y con una graciosa corriente tocapelotas....pero deja el agua limpia y con un ambientillo que mola. Voy haciendo bajadas y aunque hay bastante pasto se ve tranquilo y no hay movimiento de depredadores.
En uno de esos puntos que quedan más expuestos a la corriente, llego al fondo y me arrastro hasta quedar cubierto por una pequeña piedra, al momento veo como delante de mi la nube de castañuelas se abre cual mar rojo ante Moisés, pero quien aparece es una conocida cabeza que en un precioso avance se pone delante de mi, gira para verme y aprieto el gatillo
Perfecto!! El tiro es bueno y subo buscando salirme del río de corriente para no ser arrastrado mientras lo recupero, remato y a la boya.
Sigo avanzando y a mitad de recorrido hago una bajada, me posiciono y voy buscando por donde puede haber algo, entonces me doy cuenta que las castañuelas que tengo detrás están adelantando mi posición para ponerse delante
pues sí, algo me debe estar entrando por detrás, me giro y veo una bola de espetones que baja de media agua acercándose y hay de los gordos
me giro 180º apunto a uno de los gordos y lo atravieso, aunque también le doy a otro, también gordo, aunque a dos dedos de la cola pero le parte la espina, recupero los dos y a la boya.
Giro para hacer la segunda parte de la pesca pero la zona está muy sucia, sin corriente y al parecer sin vida, así que me vuelvo y otro día más.