En realidad sólo fue uno
pero como de infantería valen doble
lo cierto es que ha sido el primero del año, veremos como termina la cosa
lo mismo pierdo la cuenta o no cuento más
Madrugón! de sábado! a primerísima hora ya estaba en el agua... a las 11 de la mañana
hago unas esperas cerca de la orilla, voy indultando "tuertas" hasta que llego al corte del alguero con el arenal y allí escoltada por dos "tuertas" me entra una lubina plateada, dará 1,2kg y no tiene grasa en la barriga por lo que imagino que será autóctona, la primera salvaje del año.
Ya a unos 300 metros de la orilla el percal mejora... huele a dentón, me meto en un hoyo de arena entre la posidonia y los llamo, con la cabeza entre las hojas veo de reojo dos espetones que rondaran el kilo y medio a un metro escaso de mí, y al frente un dentón no es de los gordos pero parece bueno, lo llamo, se gira y viene
peeero los espetones están justo sobre mí y al descubrirme escucho "el coletazo", ni que decir tiene que el dentón se la vio venir y se largo a toda leche
sigo intentándolo pero estoy helado, con los músculos contraídos hasta de la mandíbula y la sonrisa de Joker y claro de esa guisa no se acerca nada. Decido salir un rato a tierra para hacer "el cormorán" y templarme un poco.
Ya recupero la sensibilidad y vuelvo a intentarlo, pues vuelvo a oler a dentón, no hay mucho nerviosismo en el ambiente, creo que están danzando por aquí pero no cazando... el plan es el mismo de antes al hoyo entre el alguero y llamarlos para que pasen por delante de mi varilla, y esta vez sí los planes salen bien! un dentón va nadando sin verme, dará 1,6kg algo justo pero ya está bien. El disparo a metro y medio es bueno y por supuesto lo deja en el hilo, la arrancada del pez brutal como suelen hacer, un lance muy bueno.
Vuelvo a estar helado, más que antes, intento ir moviendo todos los dedos que tengo aun que no los siento
estoy como para que me pida una moza tener una erección... lo que no quita que tenga que hacer alguna espera más donde el pez pasto nada nervioso de camino a la salida, y hacerme con otra lubina, yo diría que también autóctona.
Con esas piezas y un par de tuertas salí del mar este sábado muerto de frio y feliz, estamos locos, pero nuestra locura nos da la vida. Un saludo compañeros, y dejarse de bicicletas y carreras y meterse en el mar!