Está mañana me metí al agua con el propósito de fotografiar un pecio que descubrí el sábado pasado. El tiempo me tenía de los nervios, ponientazo que no ha dado tregua hasta hoy y que deja esa zona de pesca sin visibilidad e impracticable. No me gusta llevar la cámara porque me estorba mucho y mis pescas no son dignas de filmación, pero esta ocasión lo merecía. Ayer le hice un soporte al pathos y le coloqué la polaroid. Esta mañana había mar de fondo y la visibilidad era regulera, dudaba si iba a poder encontrar el cacho de hierro. Al final di con él y pude grabar un vídeo. A falta de confirmación por la arqueóloga del ARQUA, parece ser un cañón naval o de costa de los siglos XVI al XVIII. No es un gran dentón ni un mero, pero a mí me ha hecho mucha ilusión.