Desde este pasado martes, este que suscribe vuelve a creer en los milagros por partida doble... SI, me pegué el madrugón 4,30 a.m. en pie, quise ser el primero en entrar al agua al dia siguiente por si las moscas (al parecer me quedaba algo de esperanza). Y ahí estaba
, en el mismo sitio donde me lo dejé, a 6 o 7 metros de la orilla, no se movió nada ya que no hubo mar en todo el día y tampoco entraría nadie al agua supongo, al menos por esa zona. Potra no, POTRISIMA, milagro, chorra, llamadlo como querais, pero la sonrisa y la sensación de felicidad ya quedarán para el recuerdo
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Y ahora vamos con el segundo milagro, y este quizás sea mas jodido que el primero
, y digo milagro porque no destaco precisamente como profundista y estos bichos a partir de un peso ya se cogen bastante hondos solo aptos para pulmones de ballena. Al parecer el efecto covid-19 los ha dejado despistados o confiados, y en -17 le espolsé con mi preciado fusil en toda la perola como casi todos los tiros que tiro con el. Así que imaginarse el momento, la intensa felicidad que sentí y que uno recibe de esta afición de vez en cuando, merece la pena por los muchos días malos.
Resumiendo, reconciliación perfecta y encima regalandome mi record personal en esta especie tan preciada.
PD: A todos daros las gracias por vuestros comentarios, tanto de ánimo como dándome posibles soluciones, que las tendré en cuenta, por si mas adelante toca jubilar con honores a esta máquina
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