Hola a todos, quisiera compartir un lance de este pasado verano, especial por el propio lance, la pieza y las condiciones.
Si ya de por si estoy saliendo poco al agua, este año ha sido nefasto, aunque la tregua que hubo en verano me brindo la posibilidad de sacar bonitas piezas, y esta en concreto fue la guinda del pastel, también se me despesco un gran limón que podría haber sido record personal, pero eso es ya otra historia.
Es media mañana, pesco solo con el barquero, y no he pegado un tiro todavía. La zona es conocida, buena para piecear y para los dentones, la corriente tira con fuerza, aunque no es de locos.
Me dedico a dar pasadas por varios cantiles, y una vez que la marea me aleja de ellos remonto, pero esta vez no, la pasada ha sido un poco retirada y cuando termina el veril y sube el fondo, veo unos pasillos de arena y piedra baja que me son familiares, no hay vida, pero recuerdo que ví un gran dentón por una zona similar, así que decido alargar la pasada y probar.
Hay poca profundidad , sobre unos 10 metros, el agua clara me permite ver el fondo perfectamente, distingo vida en una de estas barras, sargos y ballestas , y desciendo, me coloco en uno de los pasillos de arena, los sargos se asustan pero los ballestas curiosos no.
Apunto a favor de la marea y espero, pasan los segundos, nada, empiezo a mirar con el rabillo del ojo a uno de los ballestas, por si sube conmigo, en ese instante, veo aparecer al límite de la visibilidad una enorme cabeza prácticamente blanca, inmediatamente reconozco la inconfundible silueta de un gran pargo testuo, no me lo puedo creer!!.
Se desplaza rápido, a contra corriente y pegado al fondo. Me asomo un poco y me vuelvo a agazapar, cuando veo que me ve, perfecto!, se dirige hacia mi posición, pero a medida que se aproxima, empieza a separarse del fondo y abrir su trayectoria, más de lo que me gustaría.
Espero a ver si se acerca un poco más, pero no, va a pasar de largo, tengo que disparar ya!, o no tendré más oportunidad, encaro, el tiro es relativamente largo, el pez se ha separado bastante del fondo, tengo que levantar el fusil y la corriente hace de las suyas, disparo y … horror!!, el tiro es malo, bajo y tripero, cerca de la cloaca, no me lo puedo creer!.
Mantengo la tensión del hilo, casi no le suelto carrete, con la poca profundidad que hay, veo toda la escena perfectamente, la marea nos arrastra a los dos, el intenta zafarse y llegar al fondo, yo le mantengo la cola hacia arriba y solo le permito dar algún cabezazo con el fondo, el tiro le hizo daño, no era tan malo, le entro bajo pero le salió por encima de la espina, en pocos segundos, viendo que afloja lo subo y me hago con él, rematándolo rápidamente.
Alucino, no me lo puedo creer, semejante pieza en tan poca agua, pargos he cogido varios, casi todos hembras y algún macho joven, pero nunca un macho de este porte, una pieza magnífica e inesperada que me quedaba por tachar de la lista, ni recuerdo si pesque algo más ese día.
Pues esta ha sido la pieza del verano, y casi de mi vida, muchas veces soñé e intente poner a tiro un gran testuo, bajando hondo y en alejadas marcas, y quiso el destino que ese sueño se materializase en el lugar menos pensado, por cierto tenía la cámara sin batería oollll, dejo algunas fotos y espero que os guste el relato, un saludo a todos los amantes del mar.