Como dice el dicho: "Cada loco con su tema" y ahí me tienes, buscando dentones en aguas sucias y gélidas, sé que es como jugar a la lotería, que hay que buscarlos en muy poca agua y que se deben alinear astros para ver alguno paseando su territorio e intentar después ponerlo a tiro...pero bendita locura la nuestra, peores vicios hay.
Y como digo, ahí me tienes, con ligero mar de fondo, viento de superficie, corriente tocapelotas y agua a 13º, voy visitando y descartando puntos, variando profundidad para ver por donde hay más vida refugiada, buscando un claro de agua más limpia o algún resguardo a la corriente que prometa, pero siguen siendo acechos y esperas infructuosas y con ésta, pinta que será la tercera porra del año, pero no me quejo, tengo la fortuna de poder ir al mar que hay compañeros que en la situación en la que estamos no pueden ni acercarse, así que disfruto del mar como lo hago siempre.
Me queda visitar dos puntos, el frío ya hace mella y paso una zona que ni siquiera me deja hacer una espera debido a la corriente que hay, no lucho, es absurdo y prefiero guardar el cartucho para la próxima zona, estoy cerca y voy preparando la bajada, hay poco fondo, apenas 6 o 7 metros así que hago el golpe de riñón antes para acercarme con un corto acecho y no espantar nada, me posiciono tapado entre dos buenas piedras y delante me tapa nuestra siempre aliada posidonia. Inmediatamente me doy cuenta que pinta muy bien, aún se nota la corriente pero ya no tiene tanta fuerza en esa zona, pero sí lo suficiente para dejarla más limpia de las zonas más próximas, también hay castañuelas, obladas y un pequeño vuelo de sarguitos, me gusta lo que veo y dejo pasar el tiempo, al minuto veo pasar a media agua un banco de pequeñas salpas a velocidad fuga y pienso: " A esas no las he asustado yo..." a los pocos segundos veo como paralelo a mi, al límite de la visibilidad navega un buen dentón, muy tranquilo de su poderío, confiado, cree que está en la cima de la cadena trófica, pero no sabe que estoy allí, así que le hago un ligerísimo sonido gutural, apenas como tragar un poco de saliva e inmediatamente gira 90º y pone rumbo a mi posición, estoy aplastado contra el suelo y veo como se acerca entre el movimiento de la posidonia que lo tapa y lo destapa al son del mar de fondo hasta que sé que ya está en distancia de tiro y noto hasta la sonrisa que empieza a dibujarse en mi cara porque ese dentón se va a venir conmigo, dejo que se acerque un poco más y cuando empieza el giro para verme aprieto el gatillo, la varilla le entra por debajo de la aleta lateral y le sale en perpendicular por la otra, no tiene escapatoria y pese al buen tiro pega una arrancada de las que no se olvidan. Queda cobrarlo, rematarlo y mientras miro su librea de cazador activo doy gracias por poder disfrutar tanto de una cacería que tras casi 3 jornadas después saliendo de vacío me regala un premio que saborearé con mi familia en la mesa y mentalmente me da gasolina para seguir buscando a estos vampiros.