La semana pasada tuve algo de tiempo y pude entrar algunos días. Esto me permitió tomar el pulso a la zona y detectar algún punto caliente donde se movía algún pez. La pesca que practico en el 80% de mis salidas es la espera y en estas fechas, parece que el poco pescado de espera que hay, se concentra en sitios concretos y al atardecer, parece que se ponen mas cariñosos.
Salgo de puerto por la tarde con el sol alto y me voy directo a un punto caliente en el que el día anterior había matado un dentoncete. En las primeras bajadas veo algún sarguito real, alguna urtita y algun dentoncete, pero manteniendome la distancia. En una de las bajadas me entra una urta disparable, pero la zona parece caliente y no quiero quemarla, por si hay algo de mas porte, así que la dejo pasar. Insisto en la zona, pero parece que todos los peces disparables de la zona ya me conocen y no vuelvo a ver nada
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Decido cambiar de zona y me apunto mentalmente volver a ultima hora... El resto de la tarde voy tocando marcas sin mucho éxito, se iba acercando la hora de la puesta de sol y al pasar por una marca conocida veo en la sonda lo que me parece un banco de dentones, pero vuelvo a pegar otra pasada y han desaparecido de la pantalla. Aun así decido tirarme, por si estuvieran pegando vueltas por la zona, aunque el tiempo se me hecha encima y quedan 45 minutos de luz.
Anclo y hago 3 bajadas, pero no veo ningún pez interesante, así que me subo a la barca a toda prisa y pongo rumbo hacia la primera marca, para gastar el ultimo cartucho.
Vuelvo a tirar el ancla ya en el sitio, un poco separado de la marca, quedan apenas 20 minutos de sol, es la hora buena y el sitio a primera hora prometía, así que me empiezo a hacer pajas mentales con el gran dentón que me iba a entrar hasta la cocina
, pero despues de 4 bajadas y no ver absolutamente nada, vuelvo a la cruda realidad
y me voy nadando hacia la barca para subirme y volver a puerto. Pero cuando estoy casi llegando a la barca, pienso dentro de mi, venga una bajada mas. Pico justo detrás de la barca y apenas tocar fondo veo dos cabezas que viene a verme, son dos urtas gemelas, pero en seguida se giran y se dan la vuelta, hago un disparo no excesivamente bueno y engancho a una de ellas de atrás a adelante casi por la piel. La subo con máximo cuidado y cuando me hago con ella la remato, me subo a la barca y a puerto. La foto de rigor en puerto con las manos mojadas, el temporizador y el móvil apoyado en la patronera, ya que iba solo...
En la mesa la disfrutamos de varias formas, para mi una de las que mas me gusta es en ceviche. En esta caso un ceviche limeño versión española.
P.D. La foto no puedo/no se ponerla recta
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