Un fantástico fin de semana de 3 días se presentaba por delante. De fondo, el regustillo de mi primera salida. Así que llegué lleno de ganas de mar.
Dia 1
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Sol y viento de levante, no muy fuerte pero constante. El agua estaba fría y con una visibilidad de 50 cm desde la punta del fusil. Otra vez sumergido en ese mundo difuso, indefinido, donde los peces parecen trazos abstractos esbozados por un pintor loco en un lienzo de agua lechosa. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Hay peces a mi alrededor?. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿dónde está el fondo? íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿qué profundidad tiene? íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿hay arena o roca?.
En esa atmósfera irreal, me muevo hacia lo desconocido, respiro, me sumerjo, repto, espero y me levanto sin saber siquiera si se ha acercado alguna pieza interesante.
Más allá hay un trozo donde domina la gravilla y el agua se ha aclarado un par de metros. De repente, una sepia (de un tamaño similar al de la última salida) que había asistido curiosa a mi llegada, se escurre lentamente tras una formación rocosa. Subo, tomo aire y decido atacarla por un lado y por debajo (a ver si hay suerte) y ... si... ahí está... como la Mano de la familia Monster, frente a mí. Apunto... disparo... y... lo demás ya forma parte del congelador.
Aguanto una hora más el frio. El insistente levante en mi espalda pronto enfría mi cuerpo y, en un hora y media, me siento tiritar durante las esperas. Hora de marchar. En el camino de vuelta, en una espera, entra una lisa de kilo y medio. Es un pescado al que no suelo tirar, excepto en días decepcionantes, para mantener la puntería. Tiro... y... lo demás forma parte de un regalo a la familia.
Dos disparos, sic!.
Día 2 (Mr. Bean submarino)
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Misma zona. Hace sol y sigue el puñetero viento. Hoy el agua está más limpia, hay unos 3 metros de visión. Veo el fondo, distingo si es arena o roca. Bien, bien. Esto pinta bien.
Hago aire en las primeras rocas y, al finalizar la espera veo un banco de herreras que me entra por detras y a la derecha. Muevo el fusil (parece que a cámara lenta) y disparo... leches... ha esquivado el disparo en el último momento. Segundo disparo del año a una herrera segundo fallo.
Sigo reptando por el fondo y esperando inútilmente. Una hora y el pasapeces vacío. Hoy las lubinas están de botellón en otra playa, así que empiezo a hacerle caso a los sargos (no suelo pescarlos), un sargo picudo de unos 700 gr entra hasta la cocina. Apunto... disparo... al pasador.
Paso cerca del fondo y una pequeña sepia se levanta airada, levantándome los dos tentáculos centrales en actitud de "que te pego, leches, que te pego". La observo un poco y sigo mi camino. Un poco más allá, me entra un sargo breado, no hay peces alrededor, así que no se de qué tamaño es ni a que distancia está. Es raro ver breados por aquí. En fin, vamos a seguir haciendo puntería... disparo... y... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡maldita suerte!... esto no llega a los 300 gr.
Pido disculpas al Dios del mar por la cagada y, cuando lo tengo en el pasador, me doy cuenta de que he pillado el hilo del carrete en el pasador. Ok. No problem... me quito el pasador y paso el hilo... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿el hilo? íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿dónde se ha enganchado?... parece que en el clip del chaleco... bueno... tranqui... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡coño!, aquí hay un nudo de los buenos. LLega la hora Mr. Bean. Desengancho el chaleco, me quito el cinturón de plomos y lo arrastro todo hasta cerca de una playa cercana. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡La madre de Poseidón! íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Pero cómo narices se ha formado este conjunto de nudos!. Pierdo unos 20 minutos en actitud de hacedora de bolillos, deshaciendo el hilo de ariadna, sin salir del laberinto. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Maldito sarguito, la que me ha liado!.
Un rato más adelante, disparo a una lisa de 1 kg. Mientras voy recuperándola, gira enloquecida en todas las direcciones; hasta salta fuera del agua. Cuando estoy a punto de cogerla por las agallas, se desgarra y se va. Se que no irá lejos pero... con esta visibilidad... y este frio... la va a ir a buscar su padre. Yo ya he tenido bastante por hoy.
Tengo el frio metido en el cuerpo y está claro que hoy voy de gafe, porque además, con la flecha se 'ha disparado' también el carrete. Hala, a tierra que el mar hoy no me quiere.
Dia 3
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Cambio de zona. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿por qué narices no me he bajado ya el software de cálculo de los periodos solunares?... que voy perdido, leches. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Y eso que está en mi página!.
Oh, íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡qué bonito!, tengo unos 4 metros de visibilidad. El día está nublado, y el viento, erre que erre, lamiendome la espalda. Otro día de pasar frio, seguro.
Empiezo haciendo aire... vaya... hoy estoy bien... buenas apneas... buena visión... algo tiene que caer.
En una espera, entra un número variadísimo de peces, en especies y en tamaños. Un banco de herreras se materializa en mis narices, mezclada con sargos pequeños, las odiosas salpas y tres puñeteras lisas tamaño obús que estorban mi visión. Detrás del banco de herreras una solitaria dorada observa atentamente la nube de peces y el origen del revuelo.
íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Entra, maldita! íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡si entras paso de herreras! íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡venga!. La dorada decide irse a tomar el vermú con otros espáridos y desaparece con parsimonia. Ok, Ok, Ok. Pues una herrera será. Apunto bien (espero que no sea el tercer tiro fallado a una herrera) y... zas... esta vez sí (ya me he quitado la espinita). Bueno... no era de un tamaño interesante, así que paso del resto el banco.
Sigo arañando las piedras pero, hoy el pescado es morralla. Me pasa por debajo un banco con unas 50 lubinas, pero de unos 20 cm... íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡eh, vosotras! íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡llamad a vuestro padre, que el circo acaba de llegar!... ni caso... lisas, sargos enanos, salpas, tordos, doncellas, serranos y demás fauna de acuario... nada interesante a la vista.
Otra vez tiritando en el fondo... toca retirada.
Justo antes de salir, en mi última bajada, veo una escórpora de tamaño interesante inmóvil entre dos piedras, segura de que se ha disfrazado mejor que Mortadelo. Apunto con mucho cariño. Quiero dejarla seca. No quiero que tener que rematarla y que se revuelva y me pinche. Apunto... disparo y... zas... seca... no se ha enterado de nada. íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡Vaya caldo de pescado que va a salir y la carne, con patatas y pimentón!.
Sigo soñando con fondos de 15 mt, con aguas cristalinas y peces a partir del kilo.
La proxima vez me llevo el SOLTAB.