No sé si es que hay abundancia de pescado, ó el Mundial es mucho Mundial,...ó cualquiera de las infinitas posibilidades que se me ocurren, pero ante la falta de comentarios sobre la impresionante
quinta victoria esta temporada, del asturiano (ése al que
los entendidos ya le llaman "el maestro"...), no podía dejar pasar por alto este detalle.
El domingo, por unos cuantos metros, Fernando Alonso se quedó sin un interesante récord: habría conseguido lo que se denomina
Grand Chelem, a saber,
título que logra un piloto cuando consigue la "pole position", la vuelta rápida y gana la carrera siendo líder de principio a fín.La estirada estrategia de su compañero Fisichella, que siguió en pista durante varias vueltas más que Alonso, permitió al italiano colocarse en primera posición durante un par de vueltas, arrebatando a Fernando la posibilidad de hacerse con éste título, que sólo unos pocos pilotos en la historia lograron, siendo Schumi el único de ellos en activo.
Pero, eso sí, a Alonso le quedó el Hat Trick: pole, victoria y vuelta rápida. Algo que no se veía desde el GP Italia 2004 (Barrichello).
Este domingo en Silverstone vimos a los tres mejores pilotos con los tres mejores coches en primera línea de la parrilla de salida. La lucha se resolvío en unos minutos...y empezó la monotonía. Alonso en cabeza haciendo una
carrera perfecta, sin errores, dominando rotúndamente...pero sin espectáculo.
Y aquí, ya cito textualmente a
Joaquín Verdegay en el diario El Mundo de ayer:
"El problema es que ver ganar así de fácil a Fernando Alonso, como antes nos pasaba con Michael Schumaker, puede hacer pensar a los espectadores recién llegados a este deporte que la victoria es sencilla porque Alonso es mucho mejor que los demás o porque su Renault es superior al resto. Por una parte, los coches cambian en cada carrera, y mejoran cada día con soluciones técnicas diferentes. Además, la diferencia entre un coche "bueno" y uno "malo" es menos de medio segundo por vuelta. La diferencia que ayer sacaba Fernando a sus perseguidores era de escasamente una décima de segundo por vuelta, íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¡una décima!, que a 300 kms por hora son casi 9 mts, pero a 60 no es más que metro y medio.
Como ejemplo podría servir el siguiente: si Fernando llega a 298,7 km/h a una curva, y frena a 30 mts de la misma para pasarla a 179 km/h, el piloto "malo" en el "coche malo"quizá haya llegado a 299 km/h, es decir, aún más rápido que el "Maestro", pero ha frenado a 34 mts de la curva y ha reducidopara pasar la curva a 177,2 km/h, por lo que el "malo" habrá perdido en esa zona unas dos décimas de segundo, que multiplicadas por las 10 ó 12 curvas de cualquier circuito, implican los dos segundos y medio que hay entre el primero y el último de la parrilla de salida.
Por tanto (ésto me encanta, jejeje), hay que saber leer las carreras para seguir apreciando el mérito de lo que está consiguiendo Alonso. Otro tipo de espectáculo, igual de contundente."Y para espectáculo, el de otras leyendas de Ferrari:
