UNA SALIDA DE PESCA NOVEDOSA
Ayer me decidí a entrenar un poco a pesar del temporal que golpeaba la costa. La boya de registro de oleaje situada en mar abierto medía olas de entre 4 y 5 metros. Aunque tenía que pescar en una zona protegida, esas olas dejan sentir su efecto hasta en la misma orilla de una playa muy protegida. Y luego está la turbiedad y la enorme cantidad de algas en suspensión y por el fondo. Pero hay que acostumbrarse a las condiciones paulatinamente, no se puede meter uno en sitios duros sin ir poco a poco acostumbrándose a esas condiciones.
El caso es que pillé el fusil mas corto que tenía, un mamba 90 del tamaño de un 60 de gomas, y me fui para la bahía donde tenía previsto pescar. Aproveché para ir despacio y para montar un par de cosas nuevas para la salida. Un hilo de la boya nuevo, recuperar el ancla de boya que agarra mucho, y un par de gadgets nuevos por si podía usarlos.
La entrada en el agua ya me dice que la cosa va a estar muy chunga. De las puntas que se ven a lo lejos ya ni hablamos porque de vez en cuando se levantan salpicaduras que deben de dar los 10 metros de altura. Es el mar en donde se capturan grandes lubinas y grandes sargos, pero también se hace con un poco menos de ola y no tengo ganas de arriesgar. Hoy esta para suicidas o íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Pepes ViñasíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ en su mejor momento, que no son la misma cosa ojo. Habrá que quedarse por el medio de la bahía y estar atento a la bajada de la marea, ya que hará que rompan varios bajos y la ola rompiendo me puede llevar la boya a íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“casa diosíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â.
En la orilla hay tantas algas muertas que parecen arenas movedizas en vez de una playa. Si se te suelta una aleta o lo que sea lo has perdido automáticamente. La ola corre 20 metros por la arena en cada subida y bajada. Mal rollo para evitar la arena en el bocal del fusil neumático.
Salgo con las aletas llenas de arena y el fusil montado pero sin cargar y cuando gano 2 metros de profundidad me las arreglo para recomponer el equipo. Sacarme y ponerme las aletas de nuevo. Cargar el fusil. Limpiar la boya de algas, etc.
En la playa la visibilidad en el fondo es nula. Vas bajando y el fusil o la mano tropieza con el fondo antes de verlo (no ves nada de nada). Hay una suspensión tan fuerte que los cristales de las gafas parece que los están barriendo con una brocha de algas.
Mas adelante, en la zona de piedras y laminaria se ve algo más, pero es muy difícil aguantarse, las algas van y vienen con cada ola y casi te golpean. Con este ruido ambiental dudo que las esperas sean efectivas a menos que caigas encima del pez.
Al final, y esto es de lo que he aprendido en esta salida, encuentro una zona donde es factible pescar y hay pescado (lubinas).
Después de un pequeño agobio por no tener claro si se podría pescar y no ver una cola por las condiciones, cuando gano un fondo mas profundo donde se nota menos la acción del mar y por su orografía facilita la acción de caza de las lubinas empiezo a verlas. La primera que veo me entra a la espera y se mueve muy rápido con el arrastre de la ola. Tengo que agarrar el fusil por el medio y girarlo a toda velocidad hacia mis piernas y el tiro le da en el medio del cuerpo. Es la lubina más pequeña y más alejada del fusil en las fotos. Por fin veo algo. Insisto en la zona.
Hay pescado. Un par de bajadas que hago caigo encima de pequeños sargos y algunas lubinas que se van a toda velocidad. Con la velocidad a la que se toman las decisiones no da tiempo a ver el tamaño de las presas. El sargo de la foto parecía un sargo grande cuando escapaba, pero resulto un medianillo. Decidí no tirarle a los sargos desde esa captura y centrarme en las lubinas.
La técnica que sigo, una vez que las esperas no parecen tener efecto alguno, es el acecho continuo arrastrándome por el fondo y fijando la vista cada medio metro de avance por si hay algo delante. En ocasiones veo una lubina y me da el tiempo suficiente, entre que nos reconocemos ambos, de un disparo bueno. Una de las mejores sensaciones en esta salida es haber conseguido acertar en la cabeza, y no en el cuerpo, a la mayoría de las lubinas. Eso da un mejor agarre y una mejor presentación de las piezas. A esta distancia es fácil darles donde quiero sin arriesgar el disparo.
El fusil es incluso largo para estas condiciones de pesca en las que no se ve nada de nada, pero a esta distancia su potencia es demoledora y todas las piezas se quedan en el hilo, haciendo muy difícil el desgarro. Pero unos líos de nylon bastante curiosos, Tengo un tridente de esos tipo canal de la mancha, pero me defiendo mejor con la tahitiana. Hoy es el día del Cressi SL 70 estanco, el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“revólveríƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â. Es muy manejable, potentísimo incluso para un robálo de 6 kilos y como no hay que disparar lejos evitamos su punto débil, la dificultad para apuntar en tiros largos por su corta longitud. En esta misma zona se han pescado corvinas de 20 kilos y nunca se sabe íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.. Estoy teniendo las piezas a menos de un metro de la punta de la flecha, a veces a medio metro y sin estar encuevadas!! Si por casualidad entrase una corvina (harto difícil), perfectamente la atravesaría en plena cabeza y tengo carrete disponible para cederle cabo. Con una ya me salía para tierra seguro en el acto. O con un dentón grande.
Con esa técnica logro las otras cuatro lubinas y la cosa se está poniendo cada vez más fea. Se esta nublando y amenaza lluvia, no hay demasiada luz en el fondo, las olas empiezan a romper en los bajos y la boya se lleva unos cuantos tirones serios que amenazan con llevarla hasta la costa, con un consecuente follón para recuperarla. Y me digo que por hoy ya tengo suficientes piezas, que un día con un metro menos de ola se estará incluso cómodo tras haber estado hoy aquí, pero que ya no estoy disfrutando mucho y mejor ir a pegarse una ducha y llamar por teléfono a ver si han remontado los pescasub españoles hoy que era la ultima jornada del campeonato mundial 2006.
Saludos y mucha precaución, tanto pescando como en la carretera.
No hagas las tonterías que hago yo a menos que sepas lo que haces.