Chucho, un cubano que siempre fue muy servicial y educado, va caminando por la calle cuando de repente cae al suelo debido a un ataque al corazón y muere.
Como toda buena persona, Chucho va al cielo. Al llegar le abre la puerta San Pedro y le dice: "Bienvenido seas hijo."
Chucho le dice: "Oye chico, yo no debería estar aquí todavía."
Pregunta San Pedro: "íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿Por que hijo mío?"
"No estaba preparado. Deje a mi familia en mal estado y quisiera arreglar eso antes de venir y por lo tanto te pido que me dejes regresar a mi casa."
"Puedes regresar, pero únicamente convertido en un animal domestico."
Chucho se queda pensativo unos segundos y dice: "Esta bien, regresare en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas gallinas."
Llega a su casa convertido en una hermosa gallina de plumas blancas. Al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas y se le acercan formando una rueda, diciendo cosas muy bonitas de la gallina recién llegada.
Como en todos los lugares, llega una gallina envidiosa que dice:
"Tienen razón, esta gallina es muy bonita, pero es muy probable que no pueda poner huevos."
Chucho queda asombrado en el momento en que todas las gallinas
empiezan a gritar:
"Que ponga un huevo! Que ponga un huevo!"
Chucho asustado empieza a pujar hasta que de repente pone un huevo.
Todas las gallinas gritan: "Que ponga otro! Que ponga otro!"
Chucho, emocionado sigue pujando hasta poner otro huevo.
Las gallinas gritan nuevamente: "Que ponga otro! Que ponga otro!"
De repente, llega la esposa de Chucho y le dice:
"Chucho despiértate! Te estas cagando en la cama!"