Tras mes y medio de temporales sin poder pescar, mi hermano y yo hemos coincidido con unos días libres y hemos aprovechado para ir a pescar juntos (no solemos coincidir en horarios y mi hermano estuvo cinco o seis años apartado de la pesca).
El primer día, fuimos al atardecer, el agua estaba muy clara, con corriente y algo fría, no se veía mucho meneo, hasta que mi hermano se acercó y me dijo mira mi boya...
Se había cepillado un doradón de 7 kg, en una espera de ensueño, con el pescado acercándose a ras de fondo muy lento, tiro frontal que le entra por la mejilla y sale por la cola... tras las felicitaciones, seguimos pescando, cambiamos de punto y pudimos hacer unos sargos a la espera y al acecho.
El segundo día tocó porraca, se había metido mucho poniente y estaba el agua muy turbia y sin vida, vimos un pescado cada uno (dentón y lubi) pero no pudimos tirarles...
El tercer día me tocó a mi la pieza buena, un dentoncete guapo y una urta apañada... a ver si se mantiene el tiempo bueno y se puede ir más, un saludo a todos