Desde que vivo en Madrid me mojo muy poco, a los muchos kilómetros que me separan del mar hay que sumarle (encima!!) estudios, familia, pasta, mala suerte con el tiempo...
Total, que me es muy complicado acercarme a disfrutar del mar, pero cuando se alinean las estrellas y lo consigo intento saborearlo con los cinco sentidos, o seis si soy capaz
El fin de semana pasado estuve en Vigo con Bea (mi mujer), visitando a mi abuela y familia gallega que veo todavía menos veces al año que el mar
Un trasterillo en casa de mi abuela cobija un cementerio de elefantes donde va a morir mi equipo de pesca, en su día titular, que ya no sirve para pescar en Cádiz. Material que en otra época tuvo grandes tardes de gloria. A destacar unas aletas gara 2000 destrozadas con 15 años, trajes microporosos reventados con "agujerillos de la risa", fusil excalibur 90 con más batalla que el sol... y con este material me pertrecho para disfrutar y sumergirme un par de horas en el líquido elemento que tanto nos da
Teníamos una agenda de ministro durante todo el fin de semana y tuve que hilar muy fino para poder darme un par de mini chapuzones
Al ir a pescar solo, siempre lo hago en una playa dentro de la ría, zona segura a resguardo, poca profundidad y por supuesto con muy poca vida, a la que voy andando vestido desde casa
Como no podía ser de otra forma durante todo el fin de semana sopló viento fuerte del norte y el mar presentaba una sospechosa tonalidad... digamos que marrón
El sábado madrugo y casi al alba noto como por los "agujerillos de la risa" (me río por no llorar!!) del neopreno ya milenario se me clavan agujas de hielo, por el pecho y por la espalda, que una y otra vez arrojan a mi mente la idea de lo calentito que se tiene que estar a estas horas en la cama, arropado, con dos mantitas
Marzo en Galicia, viento del norte, el agua está congelada, el reloj me marca 11 grados. El cuerpo se va haciendo al frío, poco a poco. A la parte que más le cuesta es la zona de la frente entre las gafas y la capucha, tengo que sacar la cabeza varias veces del agua para que el cambio de temperatura sea progresivo, y soportarlo
Necesito moverme, me pongo a aletear fuerte para entrar un poco en calor. El agua esta muy sucia en la orilla, no me veo ni siquiera la mano
Me separo de la orilla y hay un poquillo más de visibilidad, pero no llega ni a los dos metros
Con este frío no voy a aguantar mucho tiempo en el agua, así que me dirijo a una zona que suelo ver lubinas a ver si encuentro movimiento. Hago algunos acechos y me entretengo con varias esperas, pero entre lo sucia que está el agua y la total ausencia de vida me desanimo un poco. Cambio de estrategia, aleteo hacia una zona de poca profundidad y muchas rocas en la que sé que siendo pesado puedo encontrar algún pulpo.
El agua sigue dejando mucho que desear, menos mal que para esta pesca no es tan necesaria la buena visibilidad. Escudriño palmo a palmo las rocas "sospechosas" de cobijar inquilino hasta que encuentro unas conchas que delatan la presencia de un pulpo en sus inmediaciones
No tardo en encontrar agazapados en la oscuridad al fondo de una losa un par de ojos protegiéndose con varios.. tentáculos!! Es un buen pulpo!!
La cueva es complicada y el tiro va a ser difícil. O aseguro un buen tiro o lo dejo para encontrármelo otro día, que crezca. Un mal tiro implica herir al animal para nada, un pulpo grande mal disparado en una cueva como esta no lo sacaría ni en mil años. Hago varias bajadas para ver si la cueva tiene otras salidas o por si el pulpo se mueve a una posición de tiro menos difícil, y nada
Barajo las posibilidades y finalmente veo clara la opción de un tiro a fusil retrasado con el dedo pulgar. Caigo lentamente sobre el fondo para no asustarlo y que no se esconda más todavía, coloco el fusil, me asomo y disparo. En ese momento sé que el tiro ha sido bueno.
Tiro de la varilla con todas mis fuerzas y noto que el pulpo hace mucha fuerza y se agarra con sus tentáculos y ventosas a las paredes de la grieta. Va a ser complicado sacarlo de ahí, va a hacer falta paciencia, mucha
Se van sucediendo las bajadas, el agua está congelada y no voy a aguantar mucho más tiempo con este frío. Cada bajada doy unos tirones de la varilla, a veces consigo moverlo un poco pero en seguida se hace firme, tiene mucha fuerza.
Y por fin, tras 40 minutos, da las primeras muestras de cansancio, a partir de ahí en pocas bajadas consigo sacarlo de la cueva. Lo subo a superficie, lo admiro y me impresiona los colores que tiene, lo bonito y lo grande que es
Doy por concluida la jornada de pesca, aleteo hacia la orilla, y voy a casa con una sonrisa enorme a enseñarle a la familia este pulpiño gallego. Son las 10 de la mañana, algunos empiezan el día y yo ya tengo la pesca hecha y me he pegado una buena panzada de mar
El domingo con viento flojo y el agua un poco mas clara clavé la estrategia del día anterior con el mismo horario
Encontré bastante rápido un pulpo dudoso de tamaño que dejé crecer no sin antes hacerle unas bajadas para observarlo de cerquita
Recorrí una zona grande de piedras hasta que encontré una cueva de pulpo con su habitante en el interior. Era más pequeño que el del sábado, la cueva mucho más fácil y en pocos minutos ya estaba viniéndose a casa conmigo
Soy consciente de que no son grandes pescas, a veces pienso "para estos hemos quedao!!", pero me saben a gloria estos trocitos de mar que consigo rascar muy de vez en cuando. Aunque sean pescas chocopulperas
Disfruto del mar, disfruto de la pesca, disfruto luego en la mesa y disfruto compartiéndolo con vosotros por aquí. Por eso este rollazo!!
En Semana Santa estaré una semanita por Cádiz, si el tiempo y los compromisos me lo permiten intentare pescar dentones, urtas...
Espero tener pronto cosas que contaros
Abrazos
PD: este pasado verano en las mismas piedras, mismo escenario fotográfico
http://volverparacontarlo.blogspot.com.es/2015/03/pulpos-gallegos.html?m=1