Mucho es el tiempo que llevo sin escribir aquí, sencillamente porque me he tomado unas vacaciones "foriles", sumado a que no he pescado nada merecedor de un post. Hasta hoy.
Día tras día, sigo sin renunciar a pescar en poca profundidad y día tras día salgo de vacío, con la cena, o para varias cenas si hay mucha suerte...
Hoy, la niebla invadía la costa, no dejaba que el sol se abriera paso. Llegar tarde al pesquero un domingo es sinónimo de que va a estar tiroteado y lleno de gente, pero no pasa nada, el caso es echar un buen rato. El mar tenía un aspecto extraño, tonos grisaceos, mar de viento... Me lastro como de costumbre, para caer a plomo y poder mantenerme y acechar en poca agua.
Pasados 10 minutos, en la 5 bajada, aún calentando, me sitúo entre dos piedras en un fondo de 3 metros, una me queda a la derecha y la otra de frente y un poco a la izquierda, a mi derecha tengo el sol, ese flanco lo tengo a contraluz, miro hacia delante, de dónde me viene dos chopas y un grupo de mojarras, sigo en mi aguardo... Pasa el tiempo, no entra nada... Pongo la mirada en el contraluz, no hay nada, sigo mirando hacia adelante, vuelvo a poner la mirada en el contraluz, hay una sombra, es grande, pienso que será un breado, pero... "Tuc-Tuc", hago la llamada, se gira, me escondo más, sé que viene hacia mí, no distingo aún lo que es, me asomo y pienso... esa cabeza es muy ancha... Tengo el fusil cargado en el primer tetón, no puedo disparar de frente, así que espero que se gire y disparo, arranca con fuerza, veo que la varilla le ha calado, saca carrete, la sigo y se encueva... El corazón me va a mil revoluciones, no tengo casi aire para bajar, pero hay 3 metros! Así que no me lo pienso mucho, bajo, la saco de la cueva, le doy un abrazo, me pincho to entero y grito extasiado. Ya con el cielo completamente despejado las gaviotas saben que algo se cuece y me sobrevuelan. Con esta imagen decido dar por concluida la pesca.
No estoy acostumbrado a estas piezas, ya que en las cotas en las que me muevo son poco habituales y muy esquivas, encontrarlas y darles caza me parece algo excepcional, así que esta va dedicada a todos esos pesca charcas, que día a día están erre que erre en poca profundidad soñando y viviendo momentos como el que yo he vivido hoy.
Saluditos a todos!
