La semana pasada volví de un maravilloso viaje de buceo con mi mujer y un amigo.
Destino: Micronesia. Unas pequeñas islas perdidas en mitad del oceáno donde se libraron encarnizadas batallas entre Estados Unidos y Japón, durante la Segunda Guerra Mundial.
Tiempo de llegada: 33 horas,
, con escala de 12h en Tokio donde nos pusimos púa a sushsi.
Cuando llegamos, el mar estaba muy revuelto porque acaba de pasar un tifón cerca de Filipinas y nos temimos lo peor...pero día a día, el tiempo fue mejorando y pudimos disfrutar de unos magníficos días de buceo.
En lo que se referiere a la pesca, tan solo pude meterme dos días y tan sola una hora un día, y otras dos horas el otro día. Pero para mí, esas tres horas merecieron la pena totalmente y las disfruté infinitamente. Además mis amigos y nuestro guía me estaban esperando con la cámara preparada y cada vez que sacaba un pescado se montaba una fiesta a bordo. Un show.
¡Qué gusto da pescar así!
En tan corto espacio de tiempo vi cumplidos mis objetivos de pesca para este viaje, un trout grouper, un giant sweet lips y el esquivo y raro yellow fin emperor. La pesca, a pesar de lo que pueda paracer por lo lejano del destino, era bastante dura y física; y los peces no destacaban por su tamaño. El agua tan cristalina hacía que el pescado estuviese siempre profundo y esquivo, sobre todo los meros y en especial el yellow fin emperor, que es como un dentón con comportamiento de dorada cabrona. Para terminar de complicar la cosa, la fuerte corriente y los tiburones omnipresentes se encargaban de reducir tu apnea a valores "no agradables".
El buceo con botellas también fue maravilloso y es uno de los mejores destinos en los que me he sumergido. El estado de conservación de las reservas y el respeto a ellas era de encomiar. Tanto los napoleones como los peces loros jorobados están protegidos y campan a sus anchas por doquier; y los corales estaban espléndidos, refulgentes e intactos: un regalo para la vista.
Os ajunto algunas fotos. Tengo que decir que sacar algunas de estas fotos submarinas no fue nada fácil, sobre todo con modelo; y en algunas inmersiones me ventilé la botella en 40 minutos del agotamiento y de dar aletas.
Como anécdota: el cangrejo de los cocoteros con el que nos "obsequiaron" el último día. Diooooossss, que impresión de bicho!!! A mi mujer un poco más y le da un jamacuco. jijijijji