Gracias por sus comentarios y apoyo a Ale.
Definitivamente en Europa hay mucho menos pescado. Pero hay fondos muy bonitos dependiendo de dónde y siempre está la posibilidad de una sorpresa. También hay modalidades de pesca al alcance de todos, que permiten salir de orilla (impensable aquí) y poder capturar alguna buena pieza en muy poco fondo (aquí a menos de 15 metros te comes los mocos como no se te cruce un pelágico perdido...).
Ale tenía el gusanito de la pesca desde que tengo uso de razón; sus cuentos de cama para dormir eran aventuras mías de pesca. Cuando otros niños jugaban con carritos o soldaditos, él "hacia esperas" en el piso de la sala. En la piscina no jugaba con pelotas o barquitos sino con el fusilito amarillo que aparece en el vídeo, que tengo que aclarar que se lo regaló mi amigo Roberto Reyes en Puerto Rico y no yo (se lo dije y ya no quiso editar el vídeo
).
Luego fueron pasando los años y la pasión fue creciendo hasta que llegó el momento que empezó a ir al agua conmigo. Él y su hermano mayor (que tiene más apnea que él). Desde el principio se le notaba la acuaticidad. Ahora sí lo ven en el agua, se mueve con una soltura impresionante. Y ve muchísimo pescado que otros no vemos. Además, ha pescado en diferentes mares; el agua turbia y corrientosa de Panamá, el agua clara de Miami con todas sus regulaciones (y tiburones) el agua "mixta" de Venezuela, donde se pesca profundo y cuando era pequeño, un par de tiros pegó en Puerto Rico también.
Nunca lo empujé a que hiciera pesca submarina, pero no puedes parar un tren en movimiento. Por eso, lo he apoyado y enseñado desde que empezó.
Puedo decir sin equivocarme que el alumno superó al maestro.