La de Tomás a sido una lucha contra el mar. ES una captura que se lleva trabajando muchísimo tiempo. Ayer se dieron las condiciones perfectas, y el cabroncete andaba preparado. Ayer a la vuelta en el coche, iba como en una nube, me invadía una extraña felicidad, no paraba de repetirle a Tomás, ufffffffffff, no me lo creo. Nos hemos pegado muchas palizas, muchas caminatas, muchos retrocesos sin tocar agua, para esto, los dos ibamos flipando, casi más yo que él. Hubo un gesto en la playa, cuando me sacó el dentón de debajo del pantalón, en el que me levanto la mano gritando, esperando preciasamente eso, que le dijeran , ea, picha, por fin. Se ha peleado, y ha salido perfecto.
Tomás a por la corvina, nuevo reto, nuevos despropositos, pero la pinchas, ya verás, espero estar en el momento.