Bueno lo cierto es que cuando tenía 6 años y terminé mi curso escolar mi padre (valga señalar que no sabe nadar, jejejejeje) me regaló unas aletas rusas, nunca se me van a olvidar, negras de goma y con un bucito en la palita, también algún amigo de la familia me regaló una máscara azul de goma, de las que te dejaban toda la cara empegostá cuando salías del agua, y claro con el circulo azul, para que recordaras en lo que andabas, el snorkel fué hecho de un tubo de los que se usan ó usaban para la electricidad en las casas, o sea para conducir los cables, lo calenté con arena adentro y lo doblé, algún amigo me explicó cómo hacerlo, no recuerdo bien pero así fué, luego la boquilla en algún lugar la conseguí. También a esa edad comencé a criar palomas y en una ocasión un amigo me propuso cambiarme una paloma que le gustaba mucho por una máscara de las que podías realizar la vasalva, o sea aunque redonda tenía nariz fuera del vidrio, por así decirlo. Ya para ese entonces cada fin de semana nadaba hasta que me sacaban del agua, mi abuelo se pasaba horas sentado en el portal de la casa esperando que me aburriera de nadar en la orilla, porque a mi mamá le daba un infarto si me dejaban solo, jejejeje a fin de cuentas en mi casa el único que nadaba era mi tío y nunca estaba. Bueno pasaron muchos años y aunque siempre veía salir a los pescadores con una tremenda ensarta de peces lo cierto era que conseguir un arpón estaba fuera de mi posibilidades reales, en mi familia nadie pescaba así, un día conversando con un señor que era amigo de mi abuelo me dice que él tenía uno en su casa viejo de cuando era joven que si yo quería me lo regalaba, se imaginarán la cara de come.... que puse que el señor hasta se molestó en conseguirme unas ligas nuevas para la escopeta, que es como le llamamos en Cuba, era una copia de algún modelo español ó frances hecha completamente de aluminio fundido, con un tubo también de aluminio, si mal no recuerdo tenía unos 11 años, en mi primera pesquería fuí con un amigo unos dos años mayor que supuestamente tenía experiencia en las zonas donde había más pesca, además de unas viejas loras, un ronco y una tremenda intoxicación por agua mala (medusas) no recuerdo haber visto ningún pez que valiera la pena. La segunda ocasión (3 días después jejejeje) si fué toda una aventura, fuimos a un lugar que se llama el Cenote, hoy en día es un punto de buceo conocido por "La cueva de los peces" en la bahía de Cochinos, entramos al agua y comenzó la fiesta, lo primero que ví fué una cubereta, que para mí en aquel entonces era como para un pescador experimentado matar un Peto, bueno pues al grano, me quedé tranquilo en el fondo (mi primera espera) 0.5 mts, jejejeje y ella vino a verme y shuuuff para la boya, bueno se podrán imaginar yo feliz, una cubereta, candela de verdad, no había nadado ni 10 metros y me encontré a la mamá de la abuela de esa cubereta, era un señora cubera o guasinuco como le llaman los venezolanos, creo que no habían ni dos metros de profundidad, bajé y repetí la misma operación, y obtuve un resultado similar, solo que cuando le disparé ella salió nadando muy tranquilamente con la varillita enganchada y por supuesto en cuanto tomó velocidad la varilla se cayó, tengo que decir que no recuerdo el grosor de la varilla pero era menos de 6 mm, a pesar de esto la escopeta no tiraba muy duro, así que no llegué ni a pasar las espoletas, el sueño de capturar esa cubera me perseguiría por muchos años, bueno luego de eso maté dos o tres ronquitos y alguna que otra cubereta, también dos langosticas decentes y me regresé a la orilla, de no haber sido porque estaba con un compañero nadie me hubiera creido de la cubera, jejeje mi abuelo me dijo algo así como, "si siempre se nos va el más grande". Después de ese día yo iba fin de semana tras fin de semana a pescar, además de la satisfacción de la pesca se desarrolló entre nosotros, y me refiero al grupo de amigos un espiritu de compañerismo que rara vez volví a sentir en la vida. Luego con el tiempo fuí adquiriendo mejores equipos y debo ser sincero comencé a pescar en serio el día que tuve en mis manos el primer fusil de aire comprimido, a pesar de ser hecho en Cuba por una persona que copiaba los modelos de Mares, claro está no tenía la misma precisión pero si tiraba durísimo comparado con lo que había tenido en mis manos. Llegamos a formar un muy buen equipo de pescadores, de amigos más que todo que nos levantábamos a las 4 de la madrugada para ir a tomar la única gíƒÆ’í†â€™íƒâ€ší‚¼agíƒÆ’í†â€™íƒâ€ší‚¼a(autobus) que salía para Girón e ir a pescar, éramos más de 10, de todas las edades desde yo que era de los menores hasta un médico que era un gran pescador, Alfonso se llamaba, algunas veces íbamos todos, otras veces solo dos, pero yo iba casi siempre, como dicen los amigos venezolanos era un fiebrú de verdad, jejejejeje, así las cosas fuí compartiendo con estas personas y viéndolos pescar aprendí un poquito, no mucho siento que todavía me queda mucho por aprender, pero ellos me enseñaron lo poco que sé, no sé cosas como matar una picúa, tirándole ó el cuchillo ó un pequeño pescaito, debo decir que el cuchillo no es una opción del todo recomendable, alguna vez una cabrilla se metió uno en la boca y pasamos tremendo susto porque en lo que se mató la picúa que la pusimos en la boya ya no supimos dónde quedó la cabrilla, estuvimos como 30 min revisando piedra por piedra hasta que la encontramos y futrú
pal caldero. Cosas como esas que hoy hago casi instintivamente me fueron enseñadas por esas personas que de una u otra forma me iniciaron en este apasionante deporte. Mucho ha llovido desde entonces hoy tengo 25 años y aunque llevo unos cuantos sin pescar con esa regularidad, siempre que puedo voy y me doy el gusto. Bueno eso es todo, porque la verdad podría seguir contando 30 hojas más pero ya no sería la explicación de cómo me inicié en este deporte.
Pd: Esta es una gran Web, en la que de alguna forma siento el mismo espíritu que sentía en mis inicios. Gracias a todos por eso.
Saludos y buen azul