La ultima vez que bajé a Granada a pescar con un compañero, ademas de llevarnos los "kinder sorpresa" (nuestras respectivas embarazadísimas), nos bajamos los perros (yo una labrador y el un golden). Pues el primer dia que llegamos y nos metimos al agua desde la playa, nos seguían nadando hasta las rocas. Hasta el punto que al salir, mi perra, de sopetón, se le subió en la espalda al compañero (con el consiguiente medio infarto de él, que no se esperaba que en mitad del agua se le subiera algo grande encima).