Yo he tenido perros y gatos, y hace 5 años que tengo el último gato, y la principal diferencia es que cualquier perro es mucho mas "maleable" que un gato, es decir, un gato tiene su personalidad y no hay dios que se la cambie, o a veces cambian ellos solos sin saber porqué. En cambio, el mismo perro, puede ser un animal cariñoso con todo el mundo, un animal imprevisible, o una puta fiera, dependiendo del dueño. Y si cambia de dueño, puede convertirse en un animal completamente diferente.
Mi gato por ejemplo no tolera a los niños, nunca lo ha hecho, y encima se pone muy a malas solo con que se le acerquen; pero la pareja del piso de al lado tuvieron un bebé hace 2 años, y no sé si de sentirle llorar al otro lado del tabique desde pequeño o porqué, pero mi gato es cariñosísimo con éste bebé (y sólo con él), se deja agarrar y achuchar y se dejaría hasta que se le columpie de los bigotes.