El otro día me escapé un rato al alba, poco tiempo por delante...
Al navegar veo que hay justo la ola y con la dirección para visitar una zona larga.
Me va a ir perfecta pues si la hago del tirón no voy a perder tiempo con desplazamientos. Es por ello que planteo una salida con mucho ritmo para multiplicar las oportunidades.
En los primeros acechos veo que el agua está muy muy tomada con mucho sedimento en suspensión, pero tras un par de bajadas algo descolocado por la turbidez
cojo la buena velocidad y me adapto.
Me alegro de haber cogido el Cantábrico 90 en vez del Atlántico 100.
Visito unas rocas planas a poco fondo y las lubis no están donde deberían. Salgo de la ensenada pero antes en un acecho me hago con el primer sargo al contraluz.
Voy avanzando y veo algunas siluetas que no llegaré a identificar aunque sospecho de las lisas.
Me acerco al hotpoint, es una zona batida por la espuma con pasillos. Antes de entrar, en el paso, hago un acecho que acabo en una espera, tras disiparse las microburbujas sorprendo al segundo sargo mientras comía.
Entro en el champán, en el siguiente acecho recorro un pasillo a ras de piedra y me asomo al paso que da al otro lado... a los 20 segundos me encaran 2 lubinas y por suerte puedo clavar la mayor con un tiro brochetizante en el cachete.
La pongo en el pasapeces , el agua está bastante movida pero conozco la zona y sé moverme entre las pozas para no naufragar contra las rocas...
En otra espera champanera dejo pasar varias lisas hasta que en fin de apnea aparece en el agua blanca la segunda lubina nerviosa, pega un sprint pero no lo suficientemente rápido pues la clavo en diagonal desde abajo.
Tras esto llego a un rincón más tomado y en un acecho me choco literalmente de cara con otra lubi de un par de kilos que se largó a 100 por hora de ese modo que el coletazo te suena al ruido del correcaminos de la Warner
Voy avanzando viendo sargos pero ya he cambiado el chip y los dejo tranquilos.
Me salto una zona a palas y llego al turrón , un último punto lubinero.
El agua vuelve a estar muy tomada hago un par de esperas viendo sólo lisas.
Mientras ventilo me parece ver una silueta azulada
, inmediatamente me dejo caer en el mismo sitio (si vino a superficie es posible que repita su osadía), primero viene una lisa pero después Eureka! me entra la lubina hasta apenas 30 cm pero estoy con el fusil mal colocado mientras lo giro pega un quiebro nerviosa...Ya está desapareciendo de mi visión cuando encaro el Cantábrico y tiro, pese a un disparo alto en el lomo consigo hacerme con ella.
Me alejo de la rompiente pues en esta zona del punto está impescable y encadeno las esperas
En una de ellas caigo y me asomo tapado por un bolo , van bajando las lisas de medias aguas y la que hará 40 resulta ser la lubina , opto por un tiro a medio cuerpo pues ya se desvanecía en la niebla y la cobro sin complicación, será la mayor de la jornada.
Ya estoy en fin de zona, pero antes de poner rumbo a la barca veo una roca alta que ofrece un parapeto perfecto para una espera al abrigo.
Me ventilo y pico, me poso relajado viendo los envites de la mar en los sedimentos, al cabo de un rato una cabeza clara se dibuja delante de mí, la ceja dorada se acerca decidida, la dejo venir y en un cabeceo marcado la clavo rompiéndole la espina de la base del opérculo a línea lateral.
Un broche de oro inesperado
Toca volver.... apenas 2 horas y media más tarde de saltar al agua estoy navegando con una disfrutada express de antología irrepetible....
Aquí la percha...