Salí antes de ayer y me volvía meter hasta el carajo, hasta que no levantas la cabeza no eres consciente de lo lejos que estás.
Solo disparé una vez a un salmonete y volví viendo algún merillo, un banco de anjovas y sarguetes, raspallones, salpas… algún pulpete, etc…
Cuando salí vi otra boya, el agua estaba asquerosa y me dió curiosidad. Al rato salió él y llevaba un espetón como el primero que cogí yo, disparable, una lisa , un salmonete y 5 sargos que no llegaban a los 100 grs… era francés pero menos mal que no vió meros porque estaba súper orgulloso de su pesca y no era un novato, eso lo sabes.
Ayer ya fue otro cantar, había ola y turbiez pero al final aclaró algo.
El primer tiro fue una anjova que se soltó, tiró alto sin llegar a la aleta.
El segundo un llobarro con fallo pero se queda, son dos cargo sin poner hilo y una sola goma y ahora sí que lo cobro, joder mañana como pez fresco.
Me voy para delante y para atrás, cuando vuelvo veo lo que creo que es el otro llobarro, algo más gordo. A la buchaca con un buen tiro.
El agua ahora mejora y veo lo suficiente, empiezo a ver sargos gordos y falló el más grande que veo. Al rato locslizo un verrugsto que no consigo poner a tiro, no me la juego y pico a una cueva donde está el Corvón más grande que he visto hasta la fecha, le doy , tiro lomero pero no para y se me suelta ( cagüen la puts de oros) se va por otra cueva y ya no lo localizo. Lleva una buena herida pero en ningún punto crítico.
Para resarcirme pesco otra corva al poco rato.
Disfruté un huevo y medio pero me dolió mucho perder semejante pieza.
Otra vez será