Esta vez no entrené apneaEl sábado pasado el mar se planchó frente a San Juan después de unas cuantas semanas muy malas y quedé con Carmelo, Papote y íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“ErnieíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ para tirarnos un rato
A PESCAR AL FIN!.Esta vez me llevé mi GPS con las coordenadas de algunos puntos que me dejó en herencia mi pana íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“El AsesinoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â.
El primer punto que exploramos fue un sitio donde siempre el agua está turbia y Rodolfo nos había comentado que luego de bajar unos 10 metros, el agua se limpia como por arte de magia y hay una visibilidad de 20 metros en horizontal; cae hasta un veril de arena que está a 15-20 metros y el año pasado le mató unos buenos pargos. El único íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“detallitoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ es que es una zona conocida por la abundancia de tiburones y según cuentan las leyendas, algunos bien grandotesíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Al principio me costó relajarme imaginando un tiburón tigre de 300 Kgs debajo de mis aletas viendo la silueta de un carey (tortuga) gordito en la superficieíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Pero luego de hacer la primera bajada (por cierto, un poco alejado del punto) y darme cuenta de que en 8 metros de agua la visibilidad era más que aceptable y que me entraba un cardumen de sierras (carites) cazando sardinas cada vez que me posaba en el fondo, se me fue quitando la cagazóníƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
En mi primera bajada, toco fondo en unos 5 metros y estoy por subir cuando veo unas sombras a lo lejos llegarme desde atrás a la izquierdaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Hago una contorsión y paso el fusil por debajo de mi brazo izquierdo (a lo John Wayne!), con las piernas abiertas y el cuello torcido, mientras noto que subo como un corcho
, no me conformo con la más cercana, NO, sino que intento disparar a la más grandeíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦. Obviamente, falléíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Pero la cosa me animaba. Subo, me preparo bien (afortunadamente) y en la siguiente bajada, me acuesto pegado al fondo y ahí están otra vez las sierras. Esta vez estoy bien posicionado y ya casi aprieto el gatillo, cuando veo íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“algoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ acercarse pegado al fondo (las sierras nadan a media agua). Es una Sama (Pargo Cebadal) bellísima que se mantiene un poco fuera de tiro. Como todavía me queda aire, utilizando mi brazo izquierdo, me doy un jalón del fondo para acercarla un poquito y funciona, justo el metro que necesitaba. Pero la sama comienza a nadar alejándose y tengo que tirar "in extremis". Le doy íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“de atrás pál anteíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ a la altura de la cola, pero el tiro es bueno y la recupero sin problemas.
Sigo haciendo bajadas en ese fondo (5-8 metros) y a cada bajada que hice subí con una sierra; primero disparé a la más cercana del cardumen, pero luego comencé a escoger las grandecitas. Al final fueron 5, hasta que el banco se alejóíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Luego, en compañía de Carmelo, decidimos buscar más fondo (en busca del íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“famosoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ veril de Rodolfo) y lo encontramos; la verdad es que el sitio tenía una pinta del carajo, pero luego de 4 bajadas con sus relativas esperas, no llegó nada digno de dispararle y decidimos cambiar de sitio.
Navegamos hacia un punto donde ya antes había hecho una íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“MatanzaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ de Pargos con Rodolfo, pero el agua estaba sucia y luego de dos bajadas decidimos movernos. Aquí me tiré yo solo, porque mis compañeros (como buenos Boricuas) si no hay 30 metros de visibilidad, el agua está íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“malaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ÂíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
La verdad es que le caí a las cuevas, pero los pargos no estabaníƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Enfilamos hacia otro de los puntos marcados en mi GPS, pero el agua más sucia todavía.
Como la pesca ya estaba hecha y el plan era que todos disfrutáramos, comenzamos a hacer la pesca de Carmelo & Cía.: ImprovisaríƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦.
Comenzamos a navegar hacia el Oeste en busca de agua clara y yo aprovecho para echarme una siestecitaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
De repente, Carmelo empieza a gritar:
íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“Cabrón! Mira el cayo! El agua está clarita!!!íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ Entonces, me despierto y como estaba ya vestido y listo, me tiro al agua. Apenas toco el agua, veo en el fondo (10 mts.) otro Pargo Cebadal (Sama), respiro una vez, le hago una caída y la fulmino! Los demás ni se habían tirado al agua y yo ya salía con tremendo pescado. Entre mis risas y las mentadas de madre de mis compañeros, seguimos la jornada.
Nos dejamos llevar por la corriente, aprovechando la visibilidad, mientras Ernie nos vela desde el bote (Ernie parece más un conductor de Harley Davidson que un pescador submarino; pesa unos 250 Kg y tiene el cuerpo lleno de tatuajes
). En una de mis bajadas exploratorias veo unas grietas bien interesantes a lo lejos y durante mi ascenso, trato de ponerme en vertical sobre ellas, entonces, le doy las indicaciones a Carmelo para que caiga directo en el sitio. Lo veo perderse en la profundidad (ya estábamos en 15-18 metros de agua) y al rato escucho el disparo, para luego verlo subir con su Riffe de 3 gomas suelto a su lado y el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“float-lineíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ tenso hasta el fondo. Carmelo subió justitoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦ Tiene poco tiempo pescando íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“de verdadíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ y solo se aventura a bajar a ciertas profundidades cuando sabe que lo estoy vigilando. Después de dar unos tres respiros y recuperar el color, lanza un grito de alegría y lo veo izar desde el fondo lo que a la postre sería la captura de la jornada; una Sama de unos 7-8 kilos.
En otra bajada en la misma zona, yo logro capturar otra samita de unos 2 Kg, un Pargo Gallo (Capitán) de tamaño decente y un Pargo Amarillo (Cají).
Al volver al puerto, nos tomamos las fotos de rigor y yo me tuve que ir corriendo, pues tenía una fiesta con la parientaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Como pueden ver, desempolvé un Elios que tenía guardado por ahí; el agua está íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“fríaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ (25 íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒÂ¢í¢â€šÂ¬í…“ 26 C) y requería un traje íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“gruesoíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚ (3.5 mm).
Hay otras fotos, pero las tomó Ernie con su cámara. Ya las publicaré.
Al llegar a casa, Alessandro, como siempre, estaba esperándome para lo que ya se ha convertido en el íƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€¦í¢â‚¬Å“ritualíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚Â; su sesión fotográficaíƒÆ’í‚¢íƒÂ¢í¢â‚¬Å¡í‚¬íƒâ€ší‚¦
Esta última que sigue es una "zorrita", especie de barracuda que no crece mucho más que la de la foto. Le trae agradables recuerdos a Ale, porque un día pescó una troleando. Aunque se come, no es una pieza particularmente interesante de pescar, sobre todo por el tamaño.... Pero el hombre estaba FELIZ!
Saludos,
Marco Melis.