La movilidad del rg, igual que la facilidad de carga, reside en su diseño. Por eso me molestaba oír a algunos hablar de los RG como si todos fueran iguales.
El fuste de un RG puede permitirse el lujo de ser bastante menos voluminoso que el de un doble goma. Y la cantidad de goma que lleva es EXACTAMENTE igual que la de los doble goma, sólo que dispuestas de otra manera. En la suma, en volumen, sale ganando el RG, a costa de un diseño eficaz. Las gomas deben "esconderse" lo más posible en el fuste, y mejor aún si además no lo toca en el desplazamiento de las gomas.
No hay que obsesionarse con el tamaño de las poleas. Lo que por un lado ganes en ahorro de inercia inicial (gira más fácil una polea ligera que otra más pesada) por otro lado lo pierdes en "revoluciones", y en inercia final. Este es un tema que puede dar mucho de sí, y que al final, no creo que signifique tanto en el resultado.
Lo del obús en el cabezal, yo lo solucioné gracias a la pieza pistón que queda en el fuste. El obús metálico queda atrapado en el pistón y apoya directamente sobre él. Si no fuera por esa pieza metálica, yo me iría a obús de hilo, que es lo único que puede permitirse el lujo de frenarse con la madera. El problema del obús de hilo es que no te permite mantener las gomas separadas, salvo adoptar una solución que colgué ya hace unos meses a petición de Miquel.
Si quisierais mantener el paralelismo en las gomas, junto a la rectitud, etc, etc, podéis iros a un obús metálico, pero para ello deberíais de disponer en el cabezal de una zona "adaptada". Buscar la zona de atrape (que no de impacto) y podéis "enterrar" en esa zona del cabezal, alguna pieza de caucho que amortigue el contacto.
Ojo también a la disposición del hilo en la flecha, en función del obús que elijais, ya que dicho obús intentará siempre atrapar la gaza de nylon.
Suerte.
Javi.