Típico... el error, no la sintomatología, si no, estaríamos apañados.
Cuando existen problemas para compensar, OLVIDAROS DEL AGUA; no se trata de "probar" a ver si consigo compensar para bajar. Luego, hay que volver a subir, y el oído tiene que realizar automáticamente la maniobra inversa. Parece claro que compensaste con dificultad, y supongo que " a la brava". Al regresar a superficie, el aire dentro del oído se expandió sin poder salir. Como no habría tanta presión interna como la que tú empleaste para meterlo, se quedó dentro. Te afectó al equilibrio, normal, y hasta que el aire no te salió y recuperó la normalidad no mejoraste. Como ya vamos teniendo cierta familiaridad los de este foro, me permitiré decirte ANIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL!!! :x :x :x :x :x :x :x :x :x :x
Da gracias que la cosa se haya quedado ahí. No quiero meterte miedo diciéndote lo que te podía haber ocurrido. Aunque ya te encuentres bien, yo que tú, iría al otorrino. Descarta cualquier posible lesión que de seguro agravarás si vuelves al mar y no la tratas.
Y para la próxima vez (suerte que tengas esa próxima vez) recuerda que por una bajada forzada puedes retirarte DE POR VIDA de la inmersión. Tú mismo...
Es normal que el problema se presente en el agua y que antes de entrar o al principio de la jornada estés perfectamente. Hay que "revisarse" en cada bajada. Y que se "atore" un oído y otro no, también es normal.
Un abrazo y a cuidarse.
Javi.
Pdta. En cuanto a la maniobra de compensación, aún no tengo claro como lo hago. En el curso de apnea de Agustín Espinosa lo he comentado, pero no lo tengo claro. Soy de esos afortunados que no necesitan pinzar para compensar, y con una simple contracción muscular de la mandíbula-cuello-lengua (íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿íƒÆ’í¢â‚¬Å¡íƒâ€š¿?
) (imperceptible) consigo "abrir" el conducto, y mantenerlo abierto durante casi toda la bajada. Utilices la maniobra que utilices, procura evitar los golpes bruscos, mejor una presión controlada que vaya metiendo aire a medida que desciendes. Y adelántate a la presión, mete aire antes incluso de que te vaya haciendo falta. Tu oído te lo agradecerá, y si eres de los puntillosos, evitarás ruiditos, otro punto más para una buena espera.
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