Pues ya hace días Carmelo que contó que había pescado un tremendo pargo. Lo más destacable del cuento fue el cómo y dónde lo pescó....
Resulta que me habían llamado para invitarme, pero yo había salido el día anterior y ya se sabe como son las doñas con eso de los permisos...
Además, se suponía que el mar no estaría muy bueno y para colmo había luna llena. Total que me voy a una fiestecita de mis hijos y en lo que estoy tomándome un ron Don Q con jugo de
cranberry (arándanos), suena mi teléfono y oigo a Carmelo jadeando.... "Cabrón! Siéntate, que te cuento algo!" Qué pasó? le digo. "Acabo de matar un cubera como de 70 Libras!!!". Al final pesó 60 Libras (27 Kg) (Carmelo mide casi 2 metros y pesa más de 120 Kg).
El cuento:
Carmelo había estado sufriendo de dolores en un pie y tenía un mes sin pescar. Naranjo y Rodolfo le habían pedido prestada la yola y cuando la estaban buscando, lo llama la novia para decirle que no iba a poder verlo y que si quería se fuera al agua.
Se tiran en un sitio bien bajito, con cuevas grandes en unos 5 metros de agua y el veril en 10 metros (yo nunca me hubiera metido ahí...). Carmelo, por el dolor, no puede ponerse la chapaleta en el pie lesionado y se tira al agua CON UNA SOLA CHAPALETA! Entonces, se asoma en una de esas cuevas y ya se encuentra con un cuberita de unas 6 libras (2.5 Kg) y lo pesca. Entonces me cuenta que vió al monstruo nadando por ahí de lo más confiado (normalmente esos peces son desconfiadísimos). Mientras está en la superficie (con una sola aleta), lo vé como entra en una cueva y nada hacia ella. Baja y mientras está bajando, el pargo asoma la cabezota a menos de un metro de la punta de su varilla!
El tiro entra por la nuca y sale por debajo de la boca. El pargo se gira panza arriba y ni se entera de lo que pasó.
Moraleja: Con perseverancia y buenas maneras a todos se nos puede aparecer la virgen algún día.