Antes cambiabamos las cosas cuando rompían, bueno, no, las cambiabamos cuando ya no había más posibilidad de remiendo, ahora se ha vuelto todo vicio. Los tiempos de aletas remendadas con chapas y tornillos o alambre, guantes y escarpines con sikaflex, trajes biforrados cosidos se acabaron desde que ha llegado esta nueva generación allá por los comienzos del euro. Esto a perjudicado mucho por un lado, antes comprabas el mejor fusil del mercado en 90cm por unas 9000 pesetas, con eso ahora no compras un fusil. Por otro lado benefició en innovación ya que nunca se ha evolucionado tanto como en estos últimos 15 años, por lo menos en lo vistoso y bonito del material, por que por mucho que nos la quieran colar un tirachinas es un palo una goma y una piedra.